Franco Colapinto está a un paso de cumplir el sueño de volver a la Fórmula 1 y el escenario será en nada más ni nada menos que en Imola.
Franco Colapinto podría reaparecer en su "tierra prometida".
El anhelo de millones de fanáticos argentinos podría hacerse realidad en cuestión de días: Franco Colapinto estaría a punto de concretar su debut en la Fórmula 1. Según informó el prestigioso diario francés L'Équipe, la escudería Alpine ya tomó la decisión de reemplazar al australiano Jack Doohan, tras un inicio de temporada flojo y plagado de incidentes.
En ese sentido, el joven bonaerense aparece como el principal candidato para ocupar su lugar en el próximo Gran Premio de Emilia-Romaña. La histórica cita en Imola, que se disputará del 16 al 18 de mayo en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, parece ser el escenario perfecto para que Colapinto dé su primer paso en la Máxima.
A diferencia de los circuitos callejeros como Arabia Saudita, Miami o Australia, el trazado italiano ofrece mayores márgenes de seguridad, ideales para un debutante que quiere mostrar su potencial sin arriesgar de más.
Pero el circuito de Imola no es un lugar cualquiera para el piloto argentino de 21 años. Es, quizás, el trazado donde su carrera comenzó a escribir capítulos inolvidables. En 2022, Colapinto logró allí su primera victoria internacional en la Fórmula 3, en una definición vibrante que aún recuerdan los seguidores del automovilismo.
Dos años después, en 2024, volvió a brillar al imponerse en la Sprint Race de Fórmula 2 con una maniobra memorable en la última vuelta, cuando superó nada menos que a Paul Aron, su compañero en el rol de piloto de reserva de Alpine.
El tres veces campeón del mundo perdió la vida tras un brutal accidente en la curva Tamburello del circuito de Imola, durante el Gran Premio de San Marino el 1 de mayo de 1994.
A las 14:17 horas de aquella jornada, el Williams FW16 de Senna se despistó a más de 300 km/h e impactó violentamente contra el muro de hormigón. La autopsia reveló un cuadro devastador: traumatismos múltiples en la base del cráneo, hundimiento frontal, ruptura de la arteria temporal y paro cardíaco.
Las autoridades italianas dictaminaron que el brasileño murió de forma instantánea en el impacto. Sin embargo, a más de tres décadas, la tragedia sigue envuelta en un manto de incertidumbre. Las imágenes televisivas mostraban leves movimientos en la cabeza de Senna tras el choque, mientras que médicos del hospital Maggiore de Bolonia aseguraban que el piloto llegó vivo, aunque en estado crítico.