El Gobierno nacional reformula su estrategia para cubrir las vacantes en la Corte Suprema y no descarta incluir a una mujer entre las nuevas propuestas. El giro responde al rechazo de los pliegos originales en el Senado y a la necesidad de negociar con sectores del peronismo antes de las elecciones del 26 de octubre.
Descartado el plan original de designar a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, el oficialismo ensaya un enfoque más amplio para poblar el máximo tribunal, que hoy funciona con apenas tres jueces. El viceministro de Justicia, Sebastián Amerio —cercano al asesor presidencial Santiago Caputo— lleva adelante conversaciones con distintos sectores del peronismo, que podrían influir en la nueva fórmula.
Desde Casa Rosada reconocen que la oposición tendrá margen para proponer nombres, siempre que “se ajusten a los requerimientos libertarios”. La inclusión de una mujer es una de las exigencias históricas del kirchnerismo, especialmente tras la salida de Elena Highton de Nolasco, lo que dejó a la Corte sin presencia femenina desde 2021.
Aspirantes a la Corte Suprema
Aunque el Ejecutivo mantiene firme su intención de incluir al menos un juez afín, como Ricardo Ramírez Calvo, abogado formado en la UBA y colaborador del DNU 70/2023, también suena con fuerza el nombre de la jueza Ivana Bloch, titular del TOC N°4, exfuncionaria del Consejo de la Magistratura y de la propia Corte.
Bloch cuenta con estudios jurídicos en perspectiva de género que resultan atractivos para sectores dialoguistas del oficialismo. Sin embargo, cerca del Presidente aclaran que el debate no gira en torno al cupo, sino a la “idoneidad”.
Mientras tanto, otro nombre libertario, el jurista Ricardo Rojas, continúa entre los favoritos de Javier Milei, quien incluso lo había considerado para liderar la Procuración del Tesoro. Aunque Rojas rechazó ese cargo, mantiene intacto su anhelo de integrar el máximo tribunal.