Una cruel cacería de guanacos tuvo lugar en la Payunia, área protegida provincial. Sus autores registraron todo y lo difundieron.
La cacería de guanacos fue filmada por sus protagonistas y subida a redes sociales.
La Payunia, reconocida como una de las joyas naturales más valiosas de Mendoza, enfrenta una amenaza creciente: la caza ilegal de fauna nativa, entre la que figuran los guanacos. Esta especie protegida, esencial para el equilibrio ecológico de la región, ve comprometida su supervivencia cada vez que se intensifica la actividad de cazadores furtivos, como ocurrió con una despiadada cacería la semana pasada.
Un grupo de cazadores, que están identificados por la Policía y la Justicia, acorralaron guanacos utilizando perros, filmaron a los animales siendo atrapados y luego publicaron los videos en redes sociales.
Tras este acto de total impunidad, hubo operativos policiales, allanamientos y detenciones concretadas entre jueves y viernes. Además se les inició una causa en la que se investiga la participación por el daño a estos animales que están protegidos por leyes específicas como la ley Provincial 4602, la Ley 7308, a través de las cuales Mendoza adhirió a la Ley Nacional N. 22421 de conservación de la fauna.
Según pudo saber ElEditor Mendoza, en los domicilios allanados se encontraron partes de guanacos, piches y choiques, evidenciando la magnitud del daño causado por estas actividades ilegales.
Tradicionalmente, la caza de guanacos suele proveer a negocios rurales en distritos alejados de la zona, lugares difíciles de controlar para las autoridades. Sin embargo, en este caso particular, los protagonistas de la caza estarían vinculados a la actividad petrolera y son personas de altos recursos económicos.
Según referentes conservacionistas consultados por ElEditor Mendoza, la disminución de los controles ha facilitado que los cazadores actúen con impunidad.
"La falta de vigilancia hace que estas prácticas ilegales proliferen", alertaron. Para ilustrar, comentaron que desde el próximo mes, el personal en la reserva se reducirá a solo cuatro guardaparques, de diez, y cierran 3 seccionales, sólo quedarán operativas Caverna de Las Brujas y Volcanes (cierran Payunia, Caverna y Llancanelo) claramente insuficientes para cubrir un territorio tan vasto.
La zona donde se llevó a cabo esta cacería ilegal forma parte de tierras donadas por WCS Argentina al Gobierno de Mendoza. Estas donaciones, realizadas junto con Greater Good Charities y GreaterGood.com, fueron aceptadas por el gobierno provincial y ahora son de dominio público. Se supone que esto debería fortalecer la protección de los guanacos, una especie migratoria que en esta reserva tiene la capacidad única de desplazarse hasta 150 kilómetros sin interrupciones, un fenómeno que no se da en ningún otro lugar del mundo.
Sin embargo, estos esfuerzos se ven opacados por la falta de recursos y controles efectivos, relacionados a su vez por un constante vaciamiento de las reservas naturales en cuanto a personal y recursos básicos, como camionetas con combustible para hacer las recorridas.
Prácticas como el uso de perros y armas ilegales no solo afectan la integridad de los guanacos, sino que también contribuyen a una disminución alarmante de su población, según datos no oficiales. Esto subraya la necesidad de fortalecer la presencia estatal y fomentar iniciativas legales para garantizar su conservación.
Payunia es mucho más que un refugio de biodiversidad: es un símbolo de la relación armónica que puede existir entre el ser humano y la naturaleza. Las organizaciones ambientales y la comunidad local han hecho esfuerzos significativos para su preservación, pero esto no será suficiente sin una estrategia gubernamental robusta que contemple tanto la protección de las especies como el desarrollo sostenible de la región.