Desde Chile advierten que son minoría los argentinos que están al tanto de los altísimos costos que hay que pagar en caso de infringir las leyes.
En Chileconstituye una infracción vender y consumir alcohol en sus playas, como así también fumar. Esta situación, según advierten medios del vecino país, es en muchos casos desconocida por los miles de argentinos que veranean del otro lado de la cordillera de los Andes.
La prohibición de consumir alcohol en espacios públicos, entre ellos las extensísimas playas chilenas, no es novedad y está regulada por el artículo 25 de la Ley 19.925, la cual entró en vigencia en enero de 2004. Pero la prohibición de fumar en estos lugares sí es bastante cercana en el tiempo y fue sancionada en febrero de 2022: se trata de la Ley Chao Colillas, o Ley 21.413, y consiste en una normativa que prohíbe fumar en playas, ríos y lagos, y que establece medidas para evitar la contaminación con colillas de cigarrillos en todo el territorio chileno.
Todas estas reglamentaciones conllevan costosas multas para los mendocinos, y argentinos en general, que incumplan. Las mismas están reguladas según el valor actual de la Unidad Tributaria Mensual (UTM). ¿A cuánto equivale una UTM? A 64.999 pesos chilenos, según su cotización de este jueves 16 de enero de 2025.
Según las leyes vigentes, tomar alcohol constituye una multa de una UTM; mientras que fumar representa un acto considerablemente más grave para las leyes chilenas, puesto que las multas van desde una a cuatro UTM (según la gravedad del hecho), lo que traducido en pesos chilenos sería de $64.999 a $259.996.
Aquellos argentinos que sean multados por tomar alcohol en la playa deberán pagar una multa de poco más de 64 dólares, que al cambio de dólar blue en Argentina equivale a $79.300 aproximadamente. Siguiendo la misma cuenta, las multas por fumar a orillas del mar van desde los 66,22 a casi 257 dólares. En pesos argentinos, eso se traduce en pagos que van desde los $79.300 a los $317.395.
Más allá de las infracciones que se comenten, autoridades chilenas reclaman que quienes quieran tomar alcohol (y no sean detectados por la fuerza pública), no se metan al mar puesto que existen ya antecedentes de personas que han debido de ser rescatadas en estado de ebriedad adentro del agua.