Un experto de la Fórmula 1 explicó con lujos y detalles el mal rendimiento del equipo Alpine en las pistas de la categoría.
Franco Colapinto vuelve a las pistas en Austria.
El piloto argentino Franco Colapinto tuvo un rendimiento discreto durante el Gran Premio de Canadá de la Fórmula 1, pese a haber comenzado con grandes expectativas tras clasificar en el décimo puesto. El joven de Alpine no logró sostener el ritmo en carrera debido a una combinación de factores estratégicos y técnicos que lo relegaron en el clasificador final.
Uno de los principales inconvenientes fue la decisión del equipo de prolongar en exceso su stint con neumáticos duros, lo que terminó impactando negativamente en su rendimiento general.
Dicho tramo extendido entre paradas en boxes lo dejó vulnerable al desgaste de los neumáticos y, en consecuencia, a una notable caída en su ritmo de vuelta.
Además, Colapinto se vio perjudicado por el tránsito constante y el aire sucio generado por el Sauber de Gabriel Bortoleto, quien por varios giros intentó frenar el avance de Nico Hülkenberg. Esa situación dejó al argentino sin margen para avanzar y, peor aún, con una pérdida significativa en la eficiencia aerodinámica de su monoplaza.
Según explicó el analista de datos Lucas Corsino, “el aire sucio interrumpe el flujo aerodinámico hacia el auto que viene detrás, lo que reduce el agarre y acelera la degradación de los neumáticos”. Esto fue precisamente lo que sufrió Colapinto entre la vuelta 20 y la 31, donde sus tiempos se vieron comprometidos.
Los datos de vuelta lo confirman: mientras Andrea Kimi Antonelli giraba en 1:15.47, Oliver Bearman en 1:17.06 y Isack Hadjar en 1:17.34, Colapinto apenas logró registrar 1:17.36, apenas por delante del propio Bortoleto (1:17.55).