La noche del sábado la Nave Cutural vibró con más que música en el recital de Karamelo Santo: vibró con la fuerza de una causa que atraviesa el corazón de Mendoza. En medio de guitarras, tambores y coros encendidos, se alzó un grito claro y cotundente contra San Jorge, la megaminería y el clásico: "El agua de Mendoza no se negocia".
La banda liderada por Goy Ogalde sacudió al público con sus clásicos de más de 30 años de trayectoria y volvió a ofrecer el escenario para la militancia contra la megaminería, que sostienen como parte de su esencia política y creadora.
Música contra la megaminería
Miles de asistentes se congregaron no solo para disfrutar del mítico grupo mendocino, sino también para alzar la voz contra el avance del proyecto megaminero San Jorge, que avanza a toda marcha con impulso del Gobierno pese a las advertencias or el riesgo para los recursos hídricos en la región. El recital se convirtió en un espacio de expresión colectiva, donde el arte se fundió con la defensa del ambiente.
Un referente de la Asamblea Maipucina subio al escenario para recordar: "Desde hace más de 17 años venimos resistiendo a este proyecto saqueante, secante y contaminante. Tenemos compañeros que están siendo reprimidos", señaló.
"Necesitamos otro 2019, se quieren meter en Uspallata"
Luego arengó para que "volvamos a hacer otro 2019. Se quiren meter en Uspallata. Para hacer otro 2019 tenemos los artistas comprometidos, tenemos al público y tenemos a la gente que dide que el agua de Mendoza no se negocia".
“Mendoza es hija del agua y hoy está en peligro”, se escuchó desde el escenario, en un momento cargado de emoción. Activistas locales tomaron el micrófono, agradeciendo a Karamelo Santo por abrirles un lugar en su show y por su compromiso con las causas populares. “¡Aguanten los artistas comprometidos con su pueblo!”, gritó el público entre aplausos y puños en alto.
La consigna “¡Todos somos Uspallata!” resonó también desde el escenario y entre los presentes en el recital. Entre pancartas, banderas y cantos, el recital se transformó en una manifestación contra San Jorge.