La crisis del turismo en Mendoza fue palpable durante todo 2025. El Gobierno promociona una herramienta del Nación para atraer visitantes.
El turismo en Mendoza sufre una contracción producto del dólar, conveniente para viajar al exterior.
El turismo de Mendoza, otrora motor de la economía provincial, hoy se parece más a un termómetro de la crisis que a un destino en expansión. El “dólar barato” para viajar al exterior y carísimo para vivir en el país ha desatado un fenómeno que golpea de lleno al sector: los mendocinos viajan en masa hacia Chile, Brasil, Europa y Estados Unidos, mientras los extranjeros dejan de ver a la provincia como un destino accesible.
Este año las estadísticas oficiales reflejaron la debacle del turismo local: por cada turista que ingresó a Mendoza, tres mendocinos salieron del país. El aeropuerto El Plumerillo registró 11.800 egresos (+54,7% interanual) y el Paso Cristo Redentor contabilizó 145.200 (+37,8%). El saldo negativo se duplicó respecto de 2024, y la ocupación hotelera provincial perdió un cuarto de sus pernoctaciones en apenas un año.
En paralelo a este panorama, el Gobierno nacional decidió discontinuar el financiamiento para obtener los datos de la balanza turística del INDEC, un informe clave que desde hace dos décadas permitía medir con precisión la entrada y salida de viajeros, el gasto en divisas y la ocupación hotelera.
El apagón estadístico, que implica un recorte de 570 millones de pesos, priva a las provincias de un insumo vital para diseñar políticas de contención en un momento crítico: solo en lo que va de la gestión de Javier Milei, se fugaron más de 9.000 millones de dólares por turismo emisivo, y las proyecciones para 2025 anticipan un drenaje de 13.000 millones.
Frente a este escenario, el Gobierno de Mendoza, socio del plan económico nacional, promocionó en estos días un salvavidas financiero que podrán usar sólo los clientes del Banco Nación: el programa Viajá + del Banco Nación. La iniciativa consiste en un préstamo personal de hasta $5 millones, con tasa fija del 28% TNA y plazos de entre 9 y 18 meses, destinado exclusivamente a alojamiento turístico nacional. El crédito se gestiona desde la app BNA+ y no afecta el límite de las tarjetas de crédito.
El plan incluye beneficios adicionales:
Hotelería y hosterías: hasta 12 cuotas sin interés.
Camino gastronómico: 20% de ahorro con tope de $10.000 por compra.
Productos regionales: 20% de ahorro con tope de $20.000 por mes y hasta 3 cuotas sin interés.
Pasajes nacionales: 10% de ahorro sin tope y hasta 3 cuotas sin interés.
Alquiler de autos y agencias de turismo: hasta 12 cuotas sin interés.
En Mendoza, el Ente de Turismo (Emetur) trabajó junto al Banco Nación para garantizar que los prestadores inscriptos pudieran acceder al programa. La presidenta del organismo, Gabriela Testa, destacó que la medida fortalece la formalidad y la trazabilidad de la actividad, al exigir que tanto consumidores como prestadores sean clientes del banco.
El contraste entre la magnitud de la crisis y la escala del programa es evidente. Mientras miles de mendocinos colapsan cada fin de semana XL el Paso Cristo Redentor para llenar los supermercados chilenos, los hoteles locales esperan reservas que nunca llegan. El financiamiento para intentar atraer turistas aparece como una pequeña ayuda, pero es poco probable que revierta la tendencia: el turismo receptivo cayó un 22% en 2025 y el déficit turístico amenaza con alcanzar un récord histórico.