Mendoza es una de las principales provincias agrícolas del país que se destaca por la vitivinicultura y la producción de frutas y hortalizas. Si bien en invierno no hay actividad agrícola de importancia económica en el campo mendocino, la presencia de cítricos en zonas urbanas constituye un factor de riesgo para la introducción y dispersión de plagas.
Muchos de estos árboles frutales, implantados con fines ornamentales, no cuentan con planes fitosanitarios y se convierten en refugios ideales para diversas plagas. La mosca del Mediterráneo, por ejemplo, es una especie polífaga que puede atacar a más de 250 variedades de frutas y hortalizas, y se adapta fácilmente a las condiciones del entorno. Por eso, interrumpir su ciclo durante los meses fríos es indispensable para su control.
Como en esta época del año los cítricos como naranjos, mandarinos, pomelos y quinotos son los únicos frutos disponibles, se convierten en el refugio ideal para la mosca del Mediterráneo, que luego migra hacia cultivos comerciales como nísperos, damascos, duraznos y otras plantaciones de Mendoza.
Durante el invierno, la colaboración de la ciudadanía es clave
Para incentivar su cosecha antes del 31 de agosto, el Iscamen y el Ministerio de Producción ponen a disposición una serie de recetarios que permiten procesar los frutos en preparaciones simples y nutritivas. Esta iniciativa forma parte de la campaña #CosechaTusCítricos.
Además de aprovechar el fruto fresco y de prevenir la propagación de plagas, la cosecha mejora la salud de los árboles y favorece su producción para la próxima temporada.
En caso de no poder realizar la cosecha total, las Brigadas Fitosanitarias del Iscamen ofrecen un servicio gratuito para el retiro de los frutos. Para solicitarla, los propietarios deben comunicarse al 0800 666 4722.
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