El flamante papa León XIV y su antecesor, Jorge Bergoglio, comparten una misma pasión por un club de fútbol.
El papa León XIV guarda una curiosa similitud con el argentino.
TwitterPocos saben que en el corazón de Chiclayo, al norte de Perú, late una pasión futbolera que conecta a los dos últimos papas. Allí, donde León XIV dejó huella como pastor antes de su llegada al Vaticano, existe un club que comparte más que colores con San Lorenzo de Almagro, equipo del que el papa Francisco nunca ocultó su devoción.
Se trata del Club Social Deportivo San Lorenzo de Almagro de Chiclayo, fundado en 1928 por un grupo de jóvenes que miraban con admiración al club porteño que, en esos años, ya comenzaba a forjar su identidad azulgrana.
Inspirados por esa historia y por su fuerte raíz católica, los chiclayanos eligieron no solo el nombre, sino también el escudo y los colores que identifican al "Ciclón" de Boedo.
Conocidos como los "Santos del Cercado", San Lorenzo de Chiclayo fue tejiendo su propia historia dentro del fútbol peruano. Aunque su nombre suena más en los torneos distritales que en las grandes ligas, el club alcanzó notoriedad en los años 60, cuando se metió en las fases decisivas de la Copa Perú, el campeonato que reúne a los mejores equipos de cada región del país.
Pero si hay algo que alimenta la mística de los "Santos", es su clásico ante Boca Juniors de Chiclayo, una rivalidad que parece calcada de las pasiones argentinas. Cada vez que ambos equipos se enfrentan en el estadio Elías Aguirre, la ciudad revive la eterna batalla entre azulgranas y xeneizes, trasladada a suelo peruano.
Con la flamante elección de León XIV al frente del Vaticano, pocos santos padres fueron los que confesaron a los cuatro vientos su amor por algún club, pero existieron algunos casos icónicos.
El sitio @paladarnegro reflejó a través de sus redes sociales un interesante recorrido por los "amores futbolísticos" de cada papa y los trofeos que conquistaron durante sus respectivos papados. Entre los más importantes se destacan el fanatismo de Benedicto XVI por el Bayern Múnich, Francisco por San Lorenzo o Pio XI por el Inter de Milán.