El regreso de Franco Colapinto a la máxima categoría se da en un escandaloso y mafioso escenario que rodea al equipo francés.
Franco Colapinto vuelve a la Fórmula 1.
InstagramEl regreso de Franco Colapinto a la Fórmula 1 revolucionó a los fanáticos argentinos y causó un enorme revuelo a nivel mundial. El joven piloto debutará como titular en Alpine en reemplazo de Jack Doohan, en un contexto marcado por escándalos internos: la renuncia del jefe del equipo, Oliver Oakes, y graves acusaciones que involucran a su entorno.
En un principio, se especuló que la salida de Oakes estaba vinculada a su enfrentamiento con Flavio Briatore, el experimentado dirigente italiano que se desempeña como asesor de Alpine. Según trascendió, Oakes respaldaba la continuidad de Jack Doohan al menos hasta el receso de verano, mientras que Briatore presionaba para que Colapinto ocupara la butaca titular.
La tensión entre Oakes y Briatore era conocida, pero ahora surgió una "subtrama mafiosa" que complica aún más al ex director de Alpine. Su hermano, William Oakes, fue detenido tras ser acusado de participar en un plan para adquirir ilegalmente el control de la escudería, utilizando fondos de la familia Mazepin, sancionada internacionalmente.
De acuerdo con medios británicos como The Telegraph, William Oakes habría operado como testaferro de Dmitry Mazepin, multimillonario ruso vinculado a Uralkali, la empresa que patrocinaba a Haas antes de la guerra en Ucrania. A través de una empresa fantasma en Chipre, se habría intentado transferir una millonaria suma de dinero para comprar Alpine y eludir las sanciones económicas impuestas a Rusia.
El plan quedó al descubierto y William Oakes fue arrestado el 3 de mayo pasado, compareciendo ante el Tribunal de la Corona de Northampton, donde se le dictó prisión preventiva. Mientras tanto, Oliver Oakes habría escapado a Dubai tras la carrera de Miami y actualmente estaría refugiado en ese país asiático.
El trasfondo de esta maniobra se remonta a 2016, cuando Dmitry Mazepin adquirió el control de Hitech, la escudería de categorías menores fundada por Oliver Oakes. Luego de las sanciones, las acciones de Hitech habrían pasado a manos de la familia Oakes en una operación sospechada de ser ficticia, según denunció el diputado británico Liam Byrne.