Con precios accesibles y sin intermediarios, productos olivícolas y cosméticos elaborados por emprendedores locales se venden en línea y en ferias de Mendoza
Entre las curiosidades disponibles se destacan productos como el Óleo Corporal de Oliva y Jarilla, el elixir hidratante pluriactivo, jabones artesanales naturales de oliva y coco, y crema de rosa mosqueta y aceite de oliva; y cosméticos para todas las edades.
Aceite de oliva, champú, jabones, cosméticos, cremas y óleos corporales son algunos de los productos que se pueden adquirir directamente de emprendedores de 12 departamentos de Mendoza. A través del programa de Economía Social, se busca fomentar el consumo local, apoyar a las familias productoras y ofrecer precios accesibles al público.
El sistema promueve el comercio justo y sin intermediarios, e incluye emprendimientos de Rivadavia, Las Heras, Godoy Cruz, Lavalle, Junín, San Martín, Guaymallén, San Rafael, Ciudad, Maipú, Luján de Cuyo y San Carlos.
En total, 38 stands virtuales integran la categoría “oliva” en el catálogo de la economía social. Allí, el consumidor puede comprar en línea productos como aceites desde $8.000 los 500 cc y hasta $25.000 los 5 litros, así como artículos cosméticos naturales elaborados a base de oliva, jarilla, coco y extractos vegetales.
Además del catálogo online, los productos pueden encontrarse en ferias itinerantes de la Ruta de Artesanos y Emprendedores Mendocinos. Este fin de semana, sábado 3 y domingo 4 de mayo, el programa participará en el Festival del Envero, que se realizará en el Parque Metropolitano de Maipú.
El paseo no sólo permite adquirir productos directamente de sus creadores, sino también interactuar con ellos, conocer sus procesos de elaboración y apoyar el desarrollo económico de la provincia.
Entre las curiosidades disponibles se destacan productos como el Óleo Corporal de Oliva y Jarilla, el elixir hidratante pluriactivo, jabones artesanales naturales de oliva y coco, y crema de rosa mosqueta y aceite de oliva.
La compra directa favorece el ambiente, ya que los productos no recorren grandes distancias ni generan huella de carbono por transporte, y están hechos “a la vuelta de la esquina” por manos mendocinas.