El Vaticano ordenó intervenir el Instituto del Verbo Encarnado, la orden religiosa ultraconservadora de San Rafael que refugió al cura Javier Olivera Ravasi, el organizador de la visita de diputados a genocidas en Ezeiza que desató un escándalo en 2023.
Las repercusiones políticas en el seno del Congreso fueron importantes, incluyendo el portazo de la diputada por Mendoza Lourdes Arrieta al bloque de La Libertad Avanza. Tras el escándalo, Olivera Ravasi quien fue echado de la orden en Zárate y tuvo que regresar a su diócesis original en San Rafael.
El Papa Francisco nombró a dos “delegados papales” para intervenir el Instituto del Verbo Encarnado y Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, ambas surgidas en San Rafael y desde donde liveira operaba años atrás para financiar a su padre, el mayor Jorge Antonio Olivera, quien cumple prisión domiciliaria por su participación en delitos de lesa humanidad y permaneció prófugo durante cuatro años tras fugarse en 2017 del Hospital Militar Central.
La intervención tiene que ver con la acusación del padre Carlos Buela por abuso de seminaristas y religiosas en la congregación. Buela falleció en Italia en abril de 2023.
Abusos y secretismo en el Instituto del Verbo Encarnado
En el decreto de intervención se asegura que -pese a las reiteradas y graves medidas- que “han reconocido al P. Buela culpable de los delitos de los cuales era acusado”, en ambos institutos “sigue siendo presentado como un sacerdote injustamente perseguido por la Santa Sede, y las víctimas son consideradas falsas y carentes de sinceridad. Los dos Institutos organizan peregrinajes a su tumba y sus escritos han sido publicados nuevamente y difundidos”.
Si bien el documento asegura que existe un gran empuje misionero y un encomiable compromiso de muchos de sus miembros, “numerosas dificultades permanecen sin resolver”.
Además, el documento remarca la “escasa colaboración de los superiores” y consideran necesaria una “conversión eclesial” por parte de todo el cuerpo del Instituto. El objetivo es superar “un comportamiento de absoluta resistencia a cualquier cambio, inculcado por el fundador”.