El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dalmiro Garay, habló del sistema de justicia, las reformas, la política en la Corte, entre otros temas.
Dalmiro Garay, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la provincia, en un mano a mano con ElEditor, se refirió a la gestión del servicio de justicia. Espera por la llegada de Norma Llatser quien asumirá en el máximo tribunal en lugar de Pedro Llorente, quien se acogerá al beneficio jubilatorio.
"Es un año en el que vamos a concretar más cosas y terminar círculos que habíamos iniciado hace dos o tres años, vinculado a la gestión judicial propiamente dicha. Me parece que el principal desafío para la Corte es terminar de armar la estructura que tenemos sobre lo que implica la aplicación de la nueva ley de la Corte. Hoy todos tenemos que dictar sentencia en todas las materias, y al no haber sala especializada, nos está llevando también ese acomodamiento", indicó.
Se refirió también a la intervención callejera para conocer la percepción que tiene la gente sobre la Justicia. El resultado arrojó que casi el 60% de los que respondieron el cuestionario calificaron el funcionamiento del Poder Judicial como “pésimo”, mientras que casi un 34% considera que es “regular”.
"Es una percepción que no sé si la vamos a cambiar. Máxime cuando al Poder Judicial vienen siempre dos partes y una, muchas veces, no se va conforme con la sentencia, porque no es lo que quería. Sabemos que tiene que mejorar el Poder Judicial. Esta es una primera intervención, un vínculo con la gente que se quiso hacer con esta intervención", aclaró. Apunta a implementar Inteligencia Artificial para mejorar el acceso de la gente a la Justicia.
La reforma de la Corte eliminó las salas especializadas y mandó a sorteo todas las causas. El contencioso administrativo, que siempre tensionaba al poder político con el máximo tribunal, bajó la intensidad. A más de un año de la implementación de todas las fases, para Garay es positivo el balance "a pesar de que en mi caso, por ejemplo, se me ha recargado mucho de trabajo. Además de ejercer la presidencia tengo que dictar sentencia como cualquier otro ministro, cosa que antes no pasaba".
La política sigue llevando conflictos al máximo tribunal pero, considera, que el sistema de sorteos garantiza transparencia y eso puede ser un desaliento a la hora de judicializar: "No elige quién se lo resuelva". Asegura que a través de las sentencias ha fallado varias veces en contra del Gobierno provincial, desterrando la influencia del gobernador Alfredo Cornejo en la Justicia, como remarca la oposición.
Este año se renueva la presidencia de la Corte, cargo que no ha pensando si quiere seguir ocupando y también se refiere a las críticas de otro ministro como es José Valerio.