La Justicia informó que no se encontraron elementos suficientes para imputar al celador. La investigación continúa para esclarecer si hubo delito.
El celador de la escuela Cartellone fue liberado por falta de pruebas.
Luis Vigazzola / ElEditor MendozaEste viernes 16 de mayo, la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual del Ministerio Público Fiscal de Mendoza informó que el celador acusado de abuso sexual contra un alumno de la escuela José Cartellone, ubicada en Guaymallén, fue liberado por falta de pruebas.
Según el comunicado oficial, las pruebas recabadas hasta el momento no permiten imputar al sospechoso, por lo que se decidió otorgarle la libertad.
Desde el Ministerio Público aclararon que esta decisión no implica la finalización de la investigación, que seguirá su curso para determinar si el menor involucrado fue víctima de algún delito.
El comunicado también solicita a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general abstenerse de difundir imágenes o datos personales del celador que estuvo aprehendido, ya que no se le ha atribuido participación alguna en el hecho. Advirtieron que incumplir con esta indicación podría derivar en sanciones previstas por la legislación vigente.
La escuela José Cartellone fue escenario de una denuncia que involucraba a un trabajador no docente, lo que motivó la intervención de la fiscalía especializada.
Los primeros datos del Cuerpo Médico Forense que recibió ayer jueves la fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual, Mercedes Moya, son totalmente favorables para el único detenido que tiene la causa de presunto abuso sexual en la escuela José Cartellone, de Guaymallén.
Fuentes judiciales precisaron que "desde el Cuerpo Médico Forense ha sido posible obtener un adelanto preliminar del resultado, en cuyo informe se indica que no se ha hallado ningún tipo de material genético que indique evidencia alguna con ningún sospechoso".
El niño de 6 años fue abordado por profesionales en el Hospital Notti, donde nunca estuvo internado en terapia intensiva, como trascendió durante la tarde del miércoles 14 de mayo. Allí, personal del Cuerpo Médico Forense realizó el levantamiento de muestras genéticas.
Horas antes, el niño había sido retirado del colegio. El menor se había orinado encima y al llegar a su casa fue interrogado por sus padres. Allí, detalló una situación compatible con un abuso sexual. Esto derivó en la aprehensión de un celador que se encontraba realizando un refuerzo en contraturno desde hacía un par de meses en la escuela. Tras un puñado de horas aprehendido, finalmente quedó detenido a disposición de la fiscal Moya desde el miércoles a las 21 horas.
La fiscal tenía un plazo de 48 horas hábiles desde el momento de la detención para imputar formalmente al celador, según prevé el Código Procesal Penal de Mendoza. Cumplido este plazo, al no haber elementos de prueba suficientes, el detenido quedó libre.
Que el celador haya recuperado la libertad este viernes no lo exime de posibles responsabilidades en la causa. Es importante destacar que la liberación no significa que la causa se cierre ni que la persona quede desvinculada automáticamente del proceso. Pese a no haber rastros de semen entre las prendas o el cuerpo del niño de 6 años, la causa continuará en investigación. Si los peritos en Cámara Gesell confirman que su relato es verídico, el celador por ejemplo podría ser imputado por un delito menor (abuso sexual simple) en caso de que se compruebe que hubo tocamientos.
En cuanto se conoció la noticia, lo que se vivió en la puerta de la escuela Cartellone fue una auténtica locura. Decenas de padres (por momentos 50 personas) se agruparon y no dejaron salir hasta bien entrada la noche a las autoridades de la institución que estaban dentro de la misma reunidos con personas del Ministerio de Seguridad y del Ministerio Público Fiscal.
El accionar de la escuela fue correcto (puso en conocimiento de forma automática a la Justicia), pese a la indignación de los padres que -producto de la bronca- se apresuraban a pedir "cárcel" para el presunto abusador. Hubo gritos, excesiva violencia verbal y desconcierto por lo ocurrido. Esto derivó en un boicot a las clases en la jornada de hoy: muchos de ellos decidieron no enviar a sus hijos al colegio.