El fallo en el juicio por jurados favoreció al único imputado por el femicidio de Jésica Olguín, quien recuperará la libertad en los próximos días.
Juan Manuel Tarrés caminará libre por las calles de Mendoza.
Un jurado popular compuesto por 12 ciudadanos de la provincia de Mendoza creyó la versión de Juan Manuel Tarrés, quien aseguró no haber sido el autor del femicidio de Jésica Olguín en enero de 2023, pese a las múltiples pruebas forenses y psicológicas que había en su contra. La defensora aseguró que no estuvo en la escena.
El Código Procesal Penal de Mendoza es claro. Su artículo 241 detalla que en un escenario de juicio por jurados, "el veredicto de culpabilidad o de no culpabilidad dictado por el jurado será irrecurrible". Según la ley, no se puede apelar una decisión del pueblo.
Sí es recurrible la sentencia del juez técnico que impone la pena, en caso de veredicto de culpabilidad. La semana entrante se sabrá la pena de le corresponde a Tarrés en el marco de la audiencia de cesura. Vale recordar que el jurado compuesto por ciudadanos no avaló la calificación de femicidio (por la cual arriesgaba cadena perpetua) y declaró culpable al hombre solo por "lesiones leves dolosas", un delito excarcelable cuya pena máxima es de 1 año.
¿Y ahora? Al no poder llevar la decisión del tribunal a una segunda instancia, puesto que esto no lo permite la ley, el femicidio quedará impune. Se trata de uno de los casos más violentos y aberrantes del pasado reciente en la provincia. Los juicios por jurados se realizan en Mendoza hace seis años y lo ocurrido es inédito: nunca un jurado popular había desestimado una acusación tan grave. Violaron y mataron a Jésica Olguín, pero nadie pagará por ello. ¿Es un caso que obliga a repensar la modalidad?
Juan Manuel Tarrés llevaba casi dos años y medio preso tras haber quedado detenido sindicado como el único sospechoso del femicidio de su expareja, quien además en 2021 ya lo había denunciado por violencia de género. Quedará en libertad en los próximos días, probablemente tras la audiencia de cesura.
Tarrés jamás tuvo un abogado particular. Fue representado siempre por defensores oficiales. Pero sí pidió cambiar su representante previo a que la causa fuese elevada a juicio meses atrás. Allí asumió su defensa Verónica Manrique, a quien le agradeció en sus últimas palabras: "Hace ocho meses que tengo esta defensa y ha hecho un trabajo con los datos que tienen a disposición". Además, le pidió justicia al jurado popular: "Confío en que tomarán una decisión con la que harán justicia". Y los 12 mendocinos le dieron la derecha.
La fiscalía (en este caso representada por el fiscal que instruyó la causa, Gustavo Pirrello, y por el jefe de la Unidad Fiscal de Homicidios, Fernando Guzzo), al igual que la querella, podían discutir la conformación del jurado antes del comienzo del debate. Es decir, pedir apartar a cualquiera de los 12 seleccionados como titulares y que ingresara uno de los 4 suplentes. Durante la audiencia de selección de jurados, o voir dire, cualquier parte puede recusar jurados con causa, como por ejemplo, por prejuzgamiento o relación con alguna parte. Una vez que pasa ese proceso, la conformación del jurado popular queda firme si no fue impugnada a tiempo. Fuentes indicaron a ElEditor que esto no ocurrió, puesto que ninguna de las partes intervinientes tuvo motivos para hacerlo.
El jurado popular estuvo reunido durante largas horas el jueves 8 y arribó a un veredicto unánime: entendieron que la hipótesis de la defensora oficial, Verónica Manrique, quien representó al imputado por femicidio Juan Manuel Tarrés, era la verdadera y lo declaró no culpable. “Ni en las uñas, ni en las prendas de Jésica hay rastros genéticos de Juan Manuel. El material genético hallado en el cuerpo de la víctima corresponde a una relación sexual consentida, mantenida el día anterior a su muerte. Arribamos a estas conclusiones a través de las pruebas que trajo la propia Fiscalía, no estamos hablando de suposiciones”, señaló la letrada.
Al haber delitos de instancia privada dentro del encuadre legal por el cual Juan Manuel Tarrés fue llevado a juicio por jurados (además de haber sido acusado de femicidio, también fue imputado por abuso sexual con acceso carnal), los alegatos de apertura y de cierre no fueron transmitidos en vivo, como así tampoco el veredicto. Una fuente le confió a ElEditor que "la defensa hizo un buen alegato final". Desde el Ministerio Público Fiscal no ocultaron la incredulidad por lo ocurrido.