Preocupación en un barrio del departamento de Las Heras por la creciente ola de robos. Muchos vecinos denuncian ser víctimas.
Vecinos del barrio Ujemvi, ubicado en el departamento de Las Heras, aseguran sentirse “abandonados” por las autoridades ante la creciente ola de robos que, denuncian, acecha a la zona a cualquier hora del día. Piden por mayor seguridad en el barrio.
Los delitos, que antes solían circunscribirse a la madrugada, ocurren a cualquier hora del día y los vecinos dicen sentirse “inseguros” en un barrio que otrora era muy tranquilo.
Un recorrido de ElEditor por el barrio, que tiene unas 650 casas y cuyas calles poseen nombres de flores, da cuenta de los cambios en su fisonomía durante el último tiempo. Muros cada vez más altos, cercos eléctricos, medianeras con corcentina y cámaras de seguridad se multiplican en las viviendas como un modo de sentirse más seguros ante los crecientes robos y “entraderas” de las que son víctimas las familias.
Uno de los pedidos es que haya más patrullajes en las calles y también algunos reclaman que vuelva el destacamento policial, que funcionaba en la zona del centro comercial del barrio años atrás.
“Se han acrecentado los hechos de inseguridad en el barrio y, sobre todo en su gravedad, ya que empezamos con pequeños hechos en los patios a la madrugada y ahora es a cualquier hora del día”, contó a ElEditor Carlos, un vecino que vive hace dos años en el tradicional barrio construido en los años 70 por iniciativa de varios sindicatos.
“Estamos absolutamente abandonados tanto por el Ministerio de Seguridad de la provincia como por la Municipalidad, a la espera lamentable de que un hecho muy grave e irreparable se produzca en nuestro barrio”, afirmó el vecino.
Diego Piriz, Presidente de la Unión Vecinal, destacó que son diarios los hechos de inseguridad que están sufriendo y entre ellos, mencionó las “entraderas” a las propiedades privadas, principalmente a patios, pero añadió que también, en ocasiones, ingresan a las viviendas.
En ese sentido, Piriz contó que días atrás “un vecino se encontró a las cuatro de la mañana con un sujeto en su living. Así es a diario y no le vemos solución”.
Mencionó que han hecho notas tanto al municipio (para fortalecer los patrullajes de la guardia urbana) como al Ministerio de Seguridad de la provincia y afirmó que se sienten “muy inseguros” ya que "no hay prevención".
Geográficamente el barrio Ujemvi se encuentra entre dos zanjones, el Cacique Guaymallén y Los Ciruelos, y no han sido desmalezados sus alrededores desde hace tiempo, por lo que los delincuentes se esconden allí para hacer las entraderas, relata Piriz.
El presidente de la Unión Vecinal mencionó que uno de los pedidos de los vecinos es que vuelva el destacamento policial al edificio donde ahora hay una jefatura policial pero que no tiene injerencia directa en la seguridad del barrio. “El vecino se sentía más seguro y es lo que reclaman en general todos”, afirma.
Durante la recorrida de ElEditor también dio su testimonio Ivana, una docente que vive en el barrio “desde toda la vida”, y quien contó que días atrás en la madrugada se le metieron al patio y “se llevaron todo lo que encontraron”.
La mujer mencionó que para evitar los robos han puesto “rejas con pinchos hacia arriba, vidrios en las medianeras, ahora vamos a poner concertinas, pero al estar todos los patios comunicados se pasan de uno al otro”.
Por su parte, otro vecino afectado por la inseguridad, que vive en el fondo del barrio, allí donde confluyen los dos zanjones, dijo a ElEditor que uno de los problemas en su manzana es que no hay iluminación: “Es una boca de lobo apenas oscurece, se ha han hecho un montón de pedidos a la Municipalidad y nunca nos han dado una solución”.
Más allá del problema de la falta de iluminación, el hombre comentó que los delitos ocurren también de día y dijo que le robaron la rueda de auxilio del auto que estaba estacionado en la calle frente a su domicilio a las cuatro de la tarde.
Algunos vecinos afirman que los delincuentes vienen de otros lados y durante el verano muchos de ellos van a bañarse al canal Cacique Guaymallén, que -párrafo aparte- tiene un largo historial de personas ahogadas y también merece la alerta de las autoridades por los peligros que acarrea.
Los habitantes además se quejan del abandono municipal y entre los inconvenientes detallaron que hay problemas eléctricos en la plaza, que justamente lleva el nombre de Tomás Rodríguez, un chico que murió electrocutado a metros de allí, en el polideportivo de ese complejo residencial en 2008 y cuyo trágico desenlace aún resuena entre los vecinos.
También mencionan la falta de limpieza y que tampoco podan los árboles ni desmalezan, lo que favorece los delitos ya que los malvivientes se esconden detrás de ellos.
La realidad en materia de seguridad del barrio Ujemvi, cuyo nombre está constituido por las siglas correspondientes a la Unión de Judiciales Estatales y Magisterio para la Vivienda, no es muy diferente a lo que ocurre con otros barrios de la provincia, donde vecinos también alertan sobre diversas situaciones delictivas con las que conviven a diario.