Tras el vuelco de un camión frigorífico en Acceso Este, vecinos reclamaron que la carne fuera entregada. La Policía de Mendoza respondió con gases lacrimógenos y balas de goma. El caso reabre el debate sobre la pobreza y la violencia institucional.
Un nuevo operativo represivo en Mendoza vuelve a poner en la mira al Gobierno provincial. Los vecinos pedían carne pero se les negó.
Tras el vuelco de un camión frigorífico en Acceso Este, vecinos reclamaron que la carne fuera entregada. La Policía de Mendoza respondió con gases lacrimógenos y balas de goma. El caso reabre el debate sobre la pobreza y la violencia institucional.
La mañana del lunes en Guaymallén se convirtió en una postal de la crisis social que atraviesa Mendoza. Pasadas las 11:30, un camión frigorífico perdió el control tras chocar con una camioneta utilitaria en el Acceso Este, a la altura de Cañadita Alegre, y volcó. El vehículo transportaba carne vacuna, que quedó desparramada sobre la calzada.
Aunque el conductor resultó ileso, la atención se desvió rápidamente a la mercadería. Decenas de vecinos de la zona, que se acercaron al lugar primero como curiosos, comenzaron a reclamar que se entregara la carne. Los videos que circularon en redes sociales muestran a la multitud coreando: “¡Queremos carne!”.
Lejos de atender la demanda social, la Policía de Mendoza montó un fuerte operativo para custodiar el cargamento. El pedido desesperado de los vecinos se convirtió en un enfrentamiento cuando las fuerzas de seguridad comenzaron a lanzar gases lacrimógenos y a disparar balas de goma para dispersar a la multitud.
“Es indignante que se reprima a la gente que lo único que pide es comida. Esto muestra la crisis que vivimos y la falta de sensibilidad del Gobierno”, expresó una vecina que fue testigo de los hechos.
Otro hombre, entrevistado por medios locales, relató: “No somos delincuentes, solo pedíamos un poco de carne porque la situación no da para más. La respuesta fueron tiros y gases”.
Este no es un hecho aislado. En los últimos meses, se han registrado distintos episodios en Mendoza donde la respuesta del Gobierno provincial ante la protesta social ha sido la misma: represión policial. Desde movilizaciones gremiales hasta cortes de vecinos, la gestión de Alfredo Cornejo ha sostenido una política de endurecimiento de la seguridad en las calles.
Organizaciones sociales cuestionaron el accionar del Ejecutivo: “En lugar de dar respuestas a la crisis económica y garantizar derechos básicos, se recurre a la represión. Hoy lo que quedó en evidencia es que la gente no llega a fin de mes y que pedir comida se criminaliza”, señaló un referente barrial.
El episodio tuvo fuerte repercusión política. Desde el Frente de Izquierda, los candidatos mendocinos Lautaro Jiménez, Micaela Blanco Minoli y Cecilia Soria apuntaron contra el gobernador Cornejo y el presidente Milei.
El candidato Lautaro Jiménez escribió en X: “En Mendoza el hambre de las familias de barrios populares es reprimido en forma criminal por el Gobernador Cornejo, títere de Milei. Volcó un camión con toneladas de carne. Tiran gases y balas para impedir que cientos puedan alimentarse, quieren que la carne se pudra en la ruta”.
Por su parte, la dirigente Micaela Blanco Minoli sostuvo: “Cornejo manda a reprimir a familias desesperadas por un pedazo de carne mientras su amigo Milei le quita las retenciones al campo (empresarios millonarios de la carne, soja, etc). Está clarísimo para quienes gobiernan. Todo lo humano les es ajeno”.
El hecho evidencia el creciente deterioro social: el precio de la carne es inalcanzable para gran parte de la población mendocina. Que un accidente vial termine en una represión por un reclamo de alimentos desnuda las urgencias más básicas de miles de familias.
“Esto es Mendoza hoy: hambre en los barrios y balas de goma como respuesta”, resumió otra vecina que fue parte del tumulto.
El pasado 30 de agosto, durante la movilización en contra de la minería en Mendoza, la Policía reprimió a ambientalistas y se llevó detenido a Facundo Gollano por haber "pateado una bicicleta policial".