El Halloween en Mendoza comenzó ayer, pero una casa en particular se robó todas las miradas… y los niños, todos los dulces.
Mendoza palpita Halloween desde el jueves 30 de octubre, con la calle Arístides como punto de celebración: shows en vivo, concurso de disfraces y premios. Pero entre la agenda cultural repleta de actividades, una casa sobre la calle Emilio Civit se llevó todo el protagonismo, conquistando miradas y llevando sonrisas a los más chicos.
Se trata de la residencia de la Bruja Clotilde, ubicada sobre la avenida Emilio Civit, en Ciudad. Desde las 17 horas comenzó a recibir a niños y niñas mendocinos disfrazados de los monstruos más terroríficos y de personajes icónicos del cine de terror.
La escalofriante (pero amable) Bruja Clotilde recibió a ElEditor en su casa de Halloween.
La vivienda está completamente ambientada para la ocasión: calaveras, telarañas, una tumba gigante, carteles de “RIP” y esqueletos que decoran cada rincón.
Una gran puerta iluminada en rojo advierte “no pasar”, mientras que los dueños han incorporado tecnología para sorprender a quien pase: máquinas de humo, parlantes con música típica de Halloween y proyecciones de fantasmas y muertos sobre las ventanas.
La Bruja Clotilde contó a ElEditor que esta tradición comenzó hace cuatro años, luego de la pandemia por COVID-19: “Empezamos después de la pandemia, a la gente le gustó, a los niños les encantó, y creemos que se va a convertir en un clásico”.
Sobre la decoración, agregó: “Todos los años vamos cambiando la ambientación, pero siempre con temática Halloween, de una forma que no asuste demasiado, para que los niños se sientan cómodos”.
Junto a su marido y su familia, piensan cada año cómo sorprender un poco más a los visitantes. “Hay que divertirse, porque la vida es una sola, y mientras los niños se diviertan, los padres también estamos felices”, concluyó Clotilde, orgullosa de mantener viva esta celebración en la provincia.