El artista mendocino por adopción y de reconocimiento internacional vuelve a la tierra que lo vio crecer para llevar a escena esta propuesta de reescritura de un clásico del teatro isabelino, El mercader de Venecia, de William Shakespeare. Ingenio, humor y tensión en una versión libre y afilada de Arístides Vargas.
Con un elenco íntegramente local y de trayectoria, esta obra de teatro se caracteriza por su temática vigente. Entre bailes, brindis y concursos, se juega mucho más que dinero. Una herencia, un concurso y un préstamo con una cláusula mortal. Un club social donde la justicia se disfraza, el poder seduce y el amor se cotiza en dólares.
Se presentará este viernes 4 y 5 de julio, a las 21 horas en la Sala Elina Alba de la Subsecretaría de Cultura, ubicada en Gutiérrez y España de Ciudad. La entrada general vale $8.000, pero estudiantes y jubilados podrán adquirir 2 entradas por $12.000. Se consiguen por www.entradaweb.com o en la misma sala una hora antes de la función.
Teatro bajo presión: cuando el amor se paga
Basanio necesita una gran suma de dinero para conquistar a Porcia, una rica heredera. Su amigo Antonio recurre a un prestamista, Chirlok, que impone una cláusula aterradora: si no pagan a tiempo, cobrará con una libra de su carne. Mientras el plazo se agota y sobran los pretendientes, dos abogados ingeniosos aparecen para cambiar el destino con astucia y ley.
"Nos interesa explorar cómo el universo de esta obra —poblado por prestamistas, deudores y personajes atrapados en el engranaje del dinero— dialoga con nuestro presente, en el que las finanzas se han vuelto el lenguaje dominante y, muchas veces, excluyente", dijo Arístides Vargas, autor y director de esta versión que cuestiona con ironía el lugar que la economía ocupa hoy en nuestras vidas.
Los mercaderes se presenta como una comedia y su risa se tiñe de reflexión en tiempos donde hablar de dinero parece más importante que hablar de humanidad. "Agradezco a Shakespeare por haber sido tan visionario, por poner en palabras, hace siglos, el dilema ético de nuestro presente", agregó Vargas.