Fue condenada en un juicio abreviado el peligroso preso acusado de intentar escapar y amenazar con un arma tumbera a la fiscal de Homicidios Claudia Ríos durante una audiencia que se desarrollaba en el Polo Judicial Penal hace dos años.
Se trata de Hugo Eduardo Arredondo, quien fue condenado tras admitir su culpabilidad en un juicio abreviado. El preso ya cumple otra pena a perpetua.
Fue condenada en un juicio abreviado el peligroso preso acusado de intentar escapar y amenazar con un arma tumbera a la fiscal de Homicidios Claudia Ríos durante una audiencia que se desarrollaba en el Polo Judicial Penal hace dos años.
Se trata de Hugo Eduardo Arredondo, quien ya cumple condenas a prisión perpetua por homicidios, y que en la mañana del 13 de septiembre del 2023 sorteó al personal del Servicio Penitenciario y quiso escapar del lugar.
Arredondo había llegado a debate imputado por el delito de "amenazas agravadas por el uso de arma, evasión en grado de tentativa, privación ilegítima de la libertad" y tras un acuerdo entre la fiscalía y la defensa admitió su culpabilidad en el hecho y fue condenado la tarde de este martes en un juicio con la modalidad abreviado.
La pena impuesta de cinco años de prisión en efectivo, homologada por la jueza Belén Salido, no cambia mucho la situación procesal de Arredondo, quien ya está condenado a prisión perpetua por el asesinato de un comerciante baleado en 2015 en Las Heras y a 14 años de prisión por otro homicidio en el penal de Almafuerte.
Esta nueva pena se unifica con las dos condenas previas que posee el imputado, al que también se le declaró la reincidencia, informaron a ElEditor fuentes judiciales.
El hecho que generó momentos de tensión hace dos años y por el que se condenó a Arredondo durante una audiencia la tarde de ayer ocurrió en la sala 25 del Polo Judicial, en el marco de un debate que tenía bajo la lupa a tres detenidos acusados de intentar matar a otro recluso del penal de Almafuerte, detallaron las crónicas policiales de ese momento.
Según quedó registrado en una cámara de seguridad, dentro de la sala, Arredondo se levanta de su silla y sale corriendo hacia la fiscal empuñando una chuza, pasa por delante de la defensora, un guardia intenta detenerlo pero no logra. Luego fuera de la sala el preso toma a una pasante por la fuerza y finalmente es reducido por un empleado judicial y agentes del servicio penitenciario.