En las 20 páginas del discurso de Alfredo Cornejo no se mencionó ni una vez la palabra pobreza. Tampoco indigencia. Ni explícita ni tangencialmente. El tema no se abordó, y la omisión no es casual. Los datos oficiales muestran que los pobres aumentaron desde el 2016, primer año del gobierno de Cornejo.
La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE) difundió la semana pasada el último dato disponible para Mendoza sobre pobreza e indigencia y una comparativa desde 2016 en adelante.
En octubre de 2024 se encontraban debajo de la línea de pobreza alrededor de 138.341 hogares, que incluyen 595.810 personas aproximadamente. Dentro de este conjunto, 23.212 hogares están bajo la línea de indigencia: son 99.911 personas indigentes.
Cómo se mide la pobreza
Los datos sobre la incidencia de la pobreza y la indigencia que se presentan a continuación fueron calculados en base a las mediciones realizadas por la Encuesta de Condiciones de Vida (ecv) junto con la valorización de la Canasta Básica Alimentaria (cba) y la Canasta BásicaTotal (cbt).
En ese sentido, en Mendoza, roza el millón lo que necesita una familia de cuatro -dos adultos y dos niños- en Mendoza para seguir dentro de la clase media. Y eso sin contar el alquiler. Los datos fueron difundidos por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), que depende del Gobierno.
De 2016 a 2019
Cuando Cornejo llegó al poder, el 35,3% de las personas en zonas urbanas vivía bajo la línea de pobreza. La indigencia, por su parte, afectaba al 7,8% de la población.
En tres años del primer gobierno de Alfredo Cornejo el índice de pobreza aumentó 12,4% y la indigencia creció 78,4% en Mendoza. El dato surge de la comparativa de los números oficiales del INDEC tomados desde la primera medición -realizada en el último semestre de 2016- hasta el primer semestre de 2019.
Cuando le dejó el gobierno a Rodolfo Suarez, la pobreza había escalado al 42,1%, y la indigencia al 6,4%.
El golpe de la pandemia y la pospandemia
El COVID-19 y el freno a la economía no perdonó. En 2020, la pobreza en Mendoza alcanzó su pico más alto: 42,4%.
Aunque hubo una ligera recuperación en 2021 y 2022, el fantasma de la inflación (que superó el 200% anual en 2023) volvió a golpear. Ese año, la indigencia se disparó al 10,7%, la cifra más alta de la última década.
Los últimos datos, correspondientes a octubre de 2024, muestran una leve mejoría: la pobreza bajó al 38,9% y la indigencia al 6,5%. Pero siguen siendo más altos que la primera gobernación de Cornejo.
138.341 hogares mendocinos siguen sumidos en la pobreza. Esto es: 595.810 personas aproximadamente. Mientras que casi 100.000 personas (23.212 hogares) no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas de alimentación, es decir, están bajo la línea de indigencia.