La Ciudad de Buenos Aires desplegó más de 30 puestos de controles de alcoholemia durante la noche del 24 y la madrugada de Navidad. Como resultado de los operativos, se registraron licencias retenidas, vehículos acarreados y una serie de justificaciones llamativas por parte de algunos conductores, que luego se difundieron en redes sociales.
Según la normativa vigente, el límite permitido es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores particulares, mientras que para choferes profesionales rige la tolerancia cero. En ese marco, desde el Gobierno porteño informaron que la tasa de alcoholemias positivas se redujo a la mitad en comparación con otras fechas festivas.
A pesar de la baja general en los casos, los agentes de tránsito debieron intervenir ante distintas infracciones y situaciones particulares.
Los controles que se viralizaron por las excusas
-Conductora con 1,25 g/l: superó ampliamente el límite permitido e intentó evitar la sanción argumentando que su domicilio estaba a pocas cuadras del control. Tras no completar correctamente la prueba en varios intentos, se procedió a la retención de la licencia, el acarreo del vehículo y el retiro de la conductora a pie.
-Resultado negativo con dudas: un automovilista que arrojó 0,07 g/l, valor considerado negativo, consultó si el uso de enjuague bucal u otros productos podía alterar el alcoholímetro. Los agentes le explicaron que el dispositivo solo detecta alcohol etílico, por lo que fue autorizado a continuar su marcha.
-Chofer profesional con alcohol en sangre: un conductor con licencia profesional dio 0,48 g/l. Si bien esa graduación está permitida para particulares, la legislación establece alcohol cero para profesionales, por lo que se aplicaron las sanciones correspondientes y el vehículo fue trasladado a la playa de acarreo.