Lo ocurrido anoche deja en claro que el problema no es el DT. La actualidad del Tomba es una clara muestra que cuando no se apuesta, se paga muy caro.
Godoy Cruz y Esteban Solari tendrán un mes cargado.
Santiago Tagua/ElEditor MendozaLa eliminación de Godoy Cruz en la Copa Argentina, a manos de un equipo de la Primera B Metropolitana (Excursionistas), puede haber sorprendido a muchos pero estoy seguro de que muchos hinchas del Tomba estaban preparados para un golpe que tiene cierta explicación.
Lo de ayer fue solamente una muestra más de que cuando no se apuesta, no se arriesga, no se va por más, se paga muy caro. El 2025 era el año ideal para concretar todo lo que soñó: vuelta al Gambarte, Copa Sudamericana, clásicos con Independiente Rivadavia y San Martín de San Juan, sin embargo, en apenas dos meses esa ilusión se derrumbó por los resultados, por las decisiones dirigenciales y por la falta de jerarquía en el plantel.
Encima, la suspensión del partido con Talleres de Córdoba hundió todavía más a una institución que por mucho tiempo fue colocada como ejemplo a seguir, pero ahora está haciendo todo lo posible para que sea elegida como modelo a no seguir. El "todo por dos pesos" para elegir jugadores hace tiempo no da sus frutos, pero la billetera sigue cerrada y la interna que mantienen puertas adentro los directivos, en un año electoral, le está haciendo mucho daño.
Sacaron a un DT de la casa, que no tendría que haber estado en ese lugar pese al buen trabajo que realizó cuando Daniel Oldrá dejó su cargo, y trajeron a otro que por más intenciones que tenga no es mago. La pregunta, entonces, sería ¿a quién le echamos la culpa de la eliminación? Y las respuestas pueden ser muchas aunque si uno repasa los comentarios en los posteos post eliminación, hay un nombre en común que se repite.
¿Será momento de que se haga a un lado para darle lugar a los que realmente quieren que el club avance? ¿O seguirá metido en el medio para frenar decisiones que seguramente hubieran cambiado este presente? A mitad de año la decisión la tendrán los socios, los hinchas, esos que viajaron a Córdoba a fin de mes, en pleno inicio de ciclo lectivo, para alentar a un equipo que no responde, que no reacciona y que, parece, no tiene futuro.
Con la herida abierta, y a solamente dos puntos del último de la tabla general de la Liga Profesional, el Tomba visitará Barracas Central (el lunes a partir de las 17) y luego se enfrentará a Instituto en Alta Córdoba. Al regresar a Mendoza, el Tomba jugará en casa contra San Lorenzo de Almagro y posteriormente se trasladará a Avellaneda para medirse con Independiente. Por supuesto, ya se asoma el clásico contra Independiente Rivadavia, seguido de un duelo con Lanús y otro derbi ante San Martín de San Juan.