Tras una demanda iniciada en 2015 por daños y perjuicios, la Justicia de Córdoba resolvió que la Mona Jiménez deba pagar una cantidad millonaria a la joven.
La Justicia de Córdoba le concedió a Natalia Romina Jiménez Rufino una compensación económica por los daños emocionales y sociales que le produjo la falta de reconocimiento paterno durante gran parte de su vida. La Mona Jiménez recién la reconoció legalmente como su hija en el 2021, tras un análisis de ADN.
Fue entonces que el Juzgado de Familia de 8va nominación realizó la sentencia de filiación y ordenó modificar la identidad registral de la joven. "Hoy puedo verme al espejo y decir quién soy. Ahora tengo un papel. Pero lo que más me duele es que esta situación podría haberse resuelto en silencio, si hubieran querido escucharme. Como no tuve respuesta, no me quedó otra opción que ir a la Justicia", había expresado Natalia.
De acuerdo con el expediente judicial, su madre (Liliana Beatriz Echevarría) conoció al cantante a los 18 años durante unas vacaciones en la ciudad cordobesa. Mantuvieron una relación en secreto debido a que él estaba casado, y al enterarse del embarazo, se negó a reconocer la paternidad. Así, la mujer regresó a Buenos Aires para dar a luz sola.
Natalia recién descubrió la verdad a los ocho años. Si bien aseguró haber visto a su padre en varias ocasiones, reveló que “nunca hubo una relación real” y que solo recibió de él “algunas cuotas escolares”. En el 2015 demandó a La Mona y ahora por fin puede cantar victoria.
La sentencia, dictada por la jueza María Virginia Arato, estableció una indemnización de casi 100 millones de pesos.
"Es un fallo histórico, no sólo por la cifra, sino también por la celeridad con la que actuó el Poder Judicial de Córdoba", dijo la abogada Carolina Farías en diálogo con ElDoce.tv. Sin embargo, el fallo aún puede ser apelado.