Se trata del ex compañero de Diego Fernández Lima, cuyo restos fueron hallados 40 años después en una casa del barrio de Coghlan. Fue sobreseído por un juez.
Fue sobreseído por un juez el ex compañero de Diego Fernández Lima, cuyos restos óseos fueron hallados en su vivienda.
El ex compañero de colegio de Diego Fernández Lima fue sobreseído por un juez en la causa que investigaba el "encubrimiento agravado" de su desaparición ocurrida 41 años atrás. Se trata de Cristian Graf, de 58 años, quien vive en la casa ubicada en el barrio porteño de Coghlan, donde aparecieron los restos óseos del joven en mayo último.
El hombre que había sido indagado a mediados de mayo por pedido del fiscal de la causa Martín López Perrando, fue sobreseído de la causa por el juez Alejandro Litvack tras recibir su declaración indagatoria, según confirmaron fuentes del caso a la agencia Noticias Argentinas.
En la resolución el juez explicó que, cuando Graf arribó a su domicilio -lindante con la obra durante la que se realizó el hallazgo-, “la investigación ya estaba iniciada, se había realizado el correspondiente vallado y la evacuación del personal de la obra del terreno en cuestión, y hasta incluso estaba interviniendo la policía científica en la recopilación de los huesos”.
“Por lo tanto, a esa altura, difícilmente podría desviar una investigación ya comenzada, ya que no tuvo ningún acto positivo para con las autoridades policiales ni judiciales que se encontraban allí”, sumó.
Remarcó que “no mintió o confundió a quienes comenzaron con la investigación del hecho, dando pistas falsas para desviar la pesquisa, sino que fueron simplemente expresiones realizadas a otras personas”.
Ahora la querella y el fiscal tienen tres días para apelar la resolución del juez, informó NA.
El adolescente, de 16 años, desapareció en julio de 1984 y en mayo de este recién, más de 40 años después, sus huesos fueron hallados en el patio de la vivienda donde vive Graf, ex compañero de colegio del joven. Si bien la causa por su presunto homicidio estaba prescripta, el fiscal lo había acusado por los presuntos delitos de “encubrimiento agravado” y “supresión de evidencia”, tras el hallazgo del cuerpo.
Entre los actos cuestionados, el fiscal había señalado la generación de explicaciones inverosímiles como la existencia de una iglesia o un establo o que los huesos habían llegado en un camión con tierra cuando hicieron la pileta; la conducta contradictoria y evasiva frente a testigos y autoridades para desviar la investigación; la pasividad ante el hallazgo y la incipiente investigación.
También sostuvo que el hombre comenzó a interesarse en el hallazgo cuando se identificaron los restos de quien, en 1983, fue su compañero en el segundo año de la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 “Almirante Brown”.
Tras recibir la declaración del hombre de 58 años, se estimaba que, en los próximos días, el juez Litvack resolviera su situación procesal, lo que finalmente ocurrió en las ultimas horas.