El consumo en los hogares argentinos aumentó un 4,5% interanual en abril, alcanzando así su mejor desempeño en lo que va de 2025, según el Indicador de Consumo (IC) elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). La suba mensual desestacionalizada fue del 0,8% respecto a marzo.
Esto muestra señales claras de recuperación en un contexto económico aún desafiante.
¿Por qué aumentó el consumo en abril?
Desde la CAC atribuyeron esta mejora al alivio inflacionario observado en abril, que contribuyó a una mayor capacidad de compra. A esto se suman condiciones macroeconómicas estables, como un tipo de cambio mayorista sin subas abruptas y tasas de interés que retornaron a niveles previos, tras un breve rally post salida parcial del cepo cambiario.
La entidad destacó que la suba se da en un contexto donde todos los meses del 2025 han mostrado incrementos interanuales, lo que consolida una tendencia positiva, aunque todavía con desafíos para el poder adquisitivo de los consumidores.
Rubros con mayor crecimiento en abril
El informe de la CAC desglosa el comportamiento de distintos rubros, revelando un crecimiento generalizado con base en la baja comparación respecto a abril de 2024:
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Recreación y cultura: subió un 27,2% interanual, con una fuerte incidencia de 1,5 puntos porcentuales (p.p.) en el IC. El salto se explica por la débil base del año anterior, cuando el rubro había caído 36%.
Transporte y vehículos: creció 6,6% interanual, con el patentamiento de autos como motor principal. Este segmento contribuyó con 0,9 p.p. al índice general.
Indumentaria y calzado: se incrementó un 7%, aunque sigue 22% por debajo de los niveles prepandemia.
Otros rubros generales: avanzaron un 3,1% interanual, ubicándose 1,8% por encima del nivel de 2019.
Sin embargo, el sector de vivienda, alquileres y servicios públicos fue el único con una caída del 0,6%, explicada principalmente por una menor demanda eléctrica debido a temperaturas más cálidas que en 2024.
Cambios en el patrón de consumo
El informe concluye que el consumo masivo mantiene su recuperación, mientras que el consumo de bienes durables crece moderadamente, impulsado por el acceso al crédito. La tendencia indica una reconfiguración de los hábitos de compra, con mayor inclinación hacia bienes duraderos en detrimento del consumo diario.