Ante el temor por un posible monopolio, la Secretaría de Industria y Comercio, dependiente del Ministerio de Economíaa, ha suspendido preventivamente la adquisición de Telefónica Argentina por parte de Telecom Argentina (Grupo Clarín), basándose en una recomendación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
La CNDC advierte que la fusión podría concentrar significativamente el mercado de telecomunicaciones en el país.
Según la evaluación preliminar, la operación resultaría en una concentración del 61% en el mercado de telefonía móvil, 69% en telefonía fija, y hasta un 80% en el servicio de internet residencial en algunas áreas geográficas.
El Gobierno justifica la suspensión como una medida para "resguardar la transparencia y libre concurrencia del mercado" mientras se profundiza el análisis de la operación. Se enfatiza la importancia de las telecomunicaciones y la necesidad de un "máximo rigor" en la evaluación, respetando la normativa nacional e internacional.
La administración actual reafirma su compromiso de "garantizar los derechos de los usuarios y consumidores, así como de defender la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados."
El Gobierno, ¿controla para garantizar la libertad?
Ya el pasado 24 de febrero, tras el anuncio de la posible compra, la Oficina del Presidente había informado que tanto el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) como la CNDC analizarían el caso ante la potencial formación de un monopolio que controlaría cerca del 70% de los servicios de telecomunicaciones. En ese momento, el gobierno advirtió que tomaría "todas las medidas pertinentes para evitarlo," garantizando el derecho de elección de los usuarios, la libre competencia y la accesibilidad a los servicios.