Este jueves el INDEC difundió datos del consumo en supermercados. En el caso de Mendoza, varios indicadores dan idea de cómo cambiaron patrones de consumo. Puede atribuírsele a la crisis en los salarios o a un cambio generalizado en la dieta, pero lo cierto es que en esta provincia el carrito ya no carga los mismos productos que años atrás.
El análisis revela patrones diferenciados en Mendoza y en Argentina en su conjunto. A través de los datos de marzo de 2019, 2023 y 2025, se observa cómo las preferencias de los consumidores varían según la región, reflejando factores económicos, culturales y sociales que afectan el gasto en distintos rubros.
Pan y productos de almacén, lo que más compran los mendocinos
Uno de los sectores que muestra diferencias marcadas es el de bebidas, donde Mendoza ha mantenido una participación menor que la media nacional. En 2019, la brecha era de -1.98 puntos porcentuales (p.p.), pero se amplió a -3.37 p.p. en 2023, para luego reducirse en 2025 a -0.61 p.p.
Esto puede deberse a un mayor consumo de bebidas adquiridas fuera del supermercado, como las ofrecidas en comercios locales o bodegas, una característica propia de la provincia, con una fuerte industria vitivinícola.
En contraste, el rubro almacén tiene una mayor participación en Mendoza respecto al resto del país, una tendencia que se intensificó con los años.
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Fuente: elaboración propia en base a datos del INDEC.
Mientras que en 2019 la diferencia era de +0.86 p.p., en 2025 alcanzó los +3.83 p.p. Esta evolución sugiere que los consumidores mendocinos mantienen una preferencia por productos básicos y de almacenamiento prolongado, posiblemente como una estrategia de compra que busque resguardar el dinero ante la inflación.
En cuanto a panadería, Mendoza exhibe una marcada diferencia positiva en su participación de ventas. En 2019, representaba +4.07 p.p. más que en el promedio nacional, y en 2025 la diferencia es de +3.59 p.p.
Carnes y productos frescos: una disminución notoria
El consumo de carnes ha mostrado una baja significativa en Mendoza respecto a la media nacional. Mientras que en 2019 la diferencia era de -1.18 p.p., en 2025 cayó a -4.14 p.p.
La reducción sostenida en la compra de carnes puede indicar cambios de hábitos de consumo, ya sea por razones económicas ,por una mayor inclinación hacia dietas alternativas con menor presencia de proteína animal o por preferencia de compra en otro tipo de comercios como las carnicerías.
En cuanto a verdulería y frutería, Mendoza también mantiene una participación menor en comparación con el resto del país. Aunque en 2023 la diferencia negativa alcanzó -2.18 p.p., en 2025 se redujo a -1.92 p.p.
Como en el caso de las carnes, esto también puede explicarse por la preferencia de los mendocinos por adquirir estos productos en mercados de productores o ferias locales, en lugar de los supermercados.
Comercios - Mercadería - Carnicerías (9)
La carne se vende poco en supermercados de Mendoza.
Luis Vigazzola / ElEditor Mendoza
Bienes duraderos y artículos para el hogar
Los rubros de indumentaria y textiles han experimentado un cambio interesante en Mendoza. Mientras que en 2019 y 2023 su participación era inferior a la nacional (-0.56 p.p. y -0.30 p.p., respectivamente), en 2025 muestra una diferencia positiva de +1.70 p.p. Esto podría indicar una recuperación del consumo en el sector o un aumento en la disponibilidad de opciones dentro de los supermercados.
Los electrónicos, por otro lado, han mantenido una participación menor en Mendoza en comparación con el resto de Argentina. A lo largo de los años analizados, la variación se ha mantenido alrededor de -1 p.p., lo que sugiere un menor impulso de compra de estos productos en supermercados mendocinos frente a otros puntos de venta especializados.
Consumo condicionado en los supermercados
El análisis de la evolución de la participación por grupo de productos en supermercados muestra que Mendoza presenta particularidades en sus hábitos de compra.
La menor presencia de bebidas y carnes, el fuerte arraigo en productos de almacén y panadería, y la preferencia por canales alternativos para productos frescos y electrónicos, refuerzan la idea de que el consumo en la provincia responde tanto a dinámicas económicas como a hábitos locales.