La reciente suspensión de la emisión de deuda de la petrolera Aconcagua Energía encendió las alarmas en el sector energético argentino. La petrolera, que había planificado colocar USD 250 millones en la bolsa de Nueva York a diez años, finalmente desistió ante la falta de consenso con los inversores y las tasas prohibitivas que le exigían. La situación pone en cuestión la solidez financiera de la compañía.
Aconcagua Energía, que en Mendoza opera áreas clave como Chañares Herrados, Puesto Pozo Cercado Oriental, Atuel Norte Explotación y Confluencia Sur, había dado un paso estratégico al quedarse con la concesión por 25 años del área Payún Oeste.
El director ejecutivo de Aconcagua, Diego Trabucco, le dijo a Alfredo Cornejo a fines de 2024: “El convencional de Mendoza es importante, pero el no convencional es el vector de desarrollo más importante y nosotros estamos dispuestos a acompañar ese proceso que necesita la provincia, buscando ser actores principales”.
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La ministra Jimena Latorre, Alfredo Cornejo y uno de los referentes de Aconcagua Energía que visitó Mendoza.
Impacto en toda la industria
Según portales especializados, el impacto de la decisión se percibe en toda la industria, que observa cómo los márgenes de rentabilidad se reducen y solo las grandes compañías logran sortear las exigencias financieras internacionales.
Mientras que Pampa Energía y Vista pudieron concretar sus propias colocaciones de deuda con tasas del 8.5%, casi el doble de lo que paga Petrobras, Aconcagua no logró negociar condiciones favorables, lo que obligó a explorar alternativas de financiamiento más tradicionales. Entre ellas, la empresa evalúa un préstamo bancario de USD 200 millones y la posibilidad de asociarse con un "major" que refuerce su estructura de capital.
Renunciaron dos directoras de la petrolera
El golpe financiero también se tradujo en movimientos internos. En medio de la crisis, la compañía convocó a Asamblea General Ordinaria para el 17 de junio, donde se renovará el Directorio. En paralelo, renunciaron dos directoras titulares: Adriana del Valle Martin y Juliana Peralta, esposas de los fundadores de la empresa, lo que marca un cambio en la imagen corporativa de Aconcagua, que busca proyectarse como una firma con mayor peso en el mercado internacional.
A nivel macroeconómico, la situación de Aconcagua refleja una realidad más amplia: la dificultad de financiar la producción petrolera en Argentina. "No hay para todos. Solo los grandes pueden convalidar tasas tan altas", señaló un consultor del sector al portal LPO.
Mientras tanto, las expectativas sobre Vaca Muerta se encuentran en revisión. Pese a las proyecciones optimistas del presidente de YPF, Horacio Marín, quien estima que Argentina exportará USD 40.000 millones en hidrocarburos para 2031, la caída del precio del petróleo y la disminución de las exportaciones en Vaca Muerta sugieren un escenario más complicado.
En abril, la energía aportó USD 561 millones, cifra que marca una caída respecto del promedio mensual del primer trimestre, que fue de USD 824 millones.
Por otro lado, la minería, impulsada por el alza del oro y la plata, registró un crecimiento destacado, con exportaciones por USD 634 millones.
Le pusieron mala nota
En la víspera de la fallida colocación de deuda, la calificadora FIX SCR anunció la degradación de la calificación crediticia de Petrolera Aconcagua Energía S.A. (PAESA).
La agencia rebajó de manera generalizada la nota de la empresa en todas sus Obligaciones Negociables de largo y corto plazo. La decisión no fue menor: afectó la totalidad del programa de deuda vigente, compuesto por 14 clases de ON, que suman compromisos por más de USD 198 millones y cuyos vencimientos clave ocurrirán en 2025 y 2026.
La calificadora justificó su decisión con tres factores determinantes: "perfil de vencimientos ajustado, baja liquidez y flexibilidad financiera acotada". Además, la cancelación de la emisión internacional, que hubiese sido clave para refinanciar pasivos locales y cancelar anticipadamente el acuerdo con Vista Oil & Gas, agrava el panorama financiero de la compañía. De haberse concretado, la operación le habría permitido monetizar el 40% de su producción de crudo y gas.