Más que saciar el hambre, el derecho a los alimentos
La propuesta busca visibilizar que el derecho a la alimentación no se limita a llenar el plato, sino que involucra cuestiones estructurales: el acceso a la tierra y al agua, las formas de producción, las políticas públicas y los canales de comercialización. Todos estos factores impactan directamente en la calidad y disponibilidad de alimentos seguros y abundantes, y por ende en la soberanía alimentaria.
“Comer todos los días, comer para no tener hambre, comer sano; eso es el derecho a la alimentación”, repiten como consigna central. Con ironía, uno de los integrantes de la Campesina y Territorial agrega: “tenemos la mala costumbre de comer todos los días”.
La soberanía alimentaria en debate
La campaña cuestiona el uso indiscriminado de pesticidas, la concentración del mercado en manos de grandes cadenas y las políticas de acceso a la tierra y al agua. Pero también propone alternativas: fomentar las “cadenas cortas” de comercialización que acercan al consumidor directamente con el productor, y valorar la agricultura familiar y agroecológica como herramienta para garantizar alimentos sanos.
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Reflexionar sobre la producción
La UST Campesina y Territorial invita a que el debate se instale en todos los ámbitos: desde las escuelas y los bares hasta los medios de comunicación y las redes sociales. “El debate sobre la producción de comida no es un problema de quienes la producimos, sino de toda la sociedad que la consume”, remarcan.
Con esta campaña, la organización busca que cada mendocino y mendocina se pregunte no solo qué está comiendo, sino cómo se produce aquello que llega a su mesa.