El deporte que más creció en Mendoza en los últimos, y el que más federados tiene en la provincia, volvió a tener una cruda interna que no puede resolver: el fútbol de salón se parte a nivel país entre Confederación argentina y AFA, duelo que sumó un nuevo capítulo que involucra a dos jugadores mendocinos.
Octavio Civelli y Ariel Alonso fueron convocados para jugar un certamen en San Juan representando a San Isidro de Río Grande. El certamen regional era por una semana y había un pago económico para jugadores netamente amateurs. Ambos aceptaron la iniciativa y fueron parte del evento.
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El posteo que se viralizó en cuentas de varios mendocinos del fútbol de salón.
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Lo que jamás imaginaron es que al regreso se iban a encontrar con una sanción de parte de CAFS: ambos fueron suspendidos para jugar torneos locales a nivel de clubes y también competencias a nivel nacional, sea por equipo o selecciones. Automáticamente, el rechazo llegó por parte del mundo del fútbol de salón, que volvió a mostrar su descontento: "Por qué en lugar de llevársela toda no piensan en los jugadores", publicó Federico Pérez, histórico arquero de Andes Talleres y la Selección argentina.
Al portero se sumaron varias publicaciones más que invadieron las redes sociales, demostrando estar en contra de la medida que tomaron los popes nacionales contra los jugadores del Matador y del Círculo Policial. Un capítulo más de una historia que no parece tener punto de acuerdo entre las partes y un éxodo que amenaza con cobrarse más casos.
La dualidad de los mendocinos en el fútbol de salón
A nivel internacional, los jugadores locales se enfrentan a una situación similar: muchos salen en busca de nuevos horizontes al exterior, cruzando de vereda y jugando bajo la órbita de FIFA. El motivo es claro: poder vivir de lo que los apasiona y dedicarse únicamente al deporte, algo que mucho logran en otros países compitiendo para una Federación profesional.