El Tribunal Oral Federal N°2 de Mendoza condenó a 13 años de prisión a Diego Ramón Aguilera, uno de los integrantes del clan familiar que lideró la barra del club Godoy Cruz Antonio Tomba, por haberlo considerado organizador de comercio de estupefacientes al menudeo y de narcotráfico a gran escala en distintas zonas de la Provincia.
El tribunal, integrado por Daniel Alberto Carelli, María Paula Marisi y María Carolina Pereira, condenó -por mayoría, cuya composición aun no fue explicitada- a Aguilera, quien es hermano del "Rengo" Aguilera, como organizador del comercio de estupefacientes agravado por la participación de tres o más personas organizadas para cometerlo, en concurso real con acopio de armas y de sus partes y municiones, en carácter de autor. También se lo condenó al pago de una multa de 90 unidades fijas, informó el sitio Fiscales.gob.ar
Aguilera, conocido con el alias "el asesino", fue juzgado en un debate que culminó con la sentencia este viernes, que lo tuvo como único acusado, debido que estuvo prófugo y fue capturado luego del resto de los integrantes de la organización, que fueron juzgados en 2022.
Diego Ramón Aguilera llegó al juicio junto a Raúl Eduardo Lucero Álvarez, quien reconoció los hechos en un proceso abreviado parcial y aguarda la imposición de la pena, que será dada a conocer luego de los fundamentos del veredicto dictado respecto del líder de la organización, cuya fecha aún no fue fijada, según se informó.
Múltiples allanamientos se realizaron en 2020
La organización fue desbaratada el 5 de junio de 2020, cuando se ordenaron decenas de allanamientos, en los que se hallaron 12 kilos de cocaína y 2 kilos de marihuana, elementos de corte y fraccionamiento, balanzas digitales y de precisión, moldes y prensa, gatos hidráulicos, dinero en efectivo y armas, municiones y partes de armas.
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Tribunales Federales de Mendoza
La fiscalía había pedido pedido 14 años de prisión
El fiscal general subrogante de la Unidad Fiscal Mendoza, Federico Baquioni, había pedido 14 años de prisión durante su alegato, formulado en la misma jornada. Según su acusación acusación, el hoy condenado lideraba subestructuras que abarcaban supuestos de micro y macromenudeo en distintas zonas de la provincia, con cocaína fraccionada en cilindros compactos que llamaban "alfajores".
Una de esas estructuras, describió el fiscal, se desenvolvía en el Barrio La Gloria, en el Gran Mendoza, donde se asentaba Aguilera, con un "amplio ejercicio del poder en la zona", con jóvenes como integrantes de la organización, "quienes respondían a él con amplia subordinación".
"La otra nota que caracterizaba a este subgrupo era el predominio de la violencia en su zona de influencia, destacándose que el acopio de armas por el que se los acusó respondió a la gran cantidad de armas que se hallaron en poder de sus miembros", explicó el fiscal, según citó el sitio de noticias del Ministerio Público Fiscal.
El fiscal mencionó además las intervenciones telefónicas que dieron cuenta de la tenencia de las armas y las municiones, de acciones tendientes a comprar piezas y a conseguir personas que las arreglaran o conservaran, del suministro de armas a otras personas para realizar ajustes o "aprietes" en los barrios y del uso para brindarse cobertura para distintos movimientos que realizaba la organización.
Baquioni marcó que, en este contexto, Aguilera tomó distancia de quienes ejecutaron materialmente su plan delictivo y de las cosas relacionadas a los delitos. "A nuestro juicio eso forma parte de la construcción de su poderío en la organización y es una estrategia de impunidad", dijo, y lo contrapuso con la situación de los subordinados, a quienes se identificó en las comunicaciones y quienes tenían en su poder las armas y los estupefacientes, y los elementos para comercializarlos.