La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó la condena a Cristina Fernández de Kirchner, generando un fuerte impacto en el ámbito político y social. Su máxima referente en Mendoza, la senadora Anabel Fernández Sagasti, se explayó en sus redes tras el fallo acerca de que el juicio estuvo "plagado de arbitrariedades, sin pruebas serias ni garantías procesales".
Por la mañana, la mendocina había lanzado un video donde convocaba a movilizarse en las calles. Y tras la confirmación de la condena sostuvo que "no hubo debido proceso" y que se trató de lawfare contra la expresidenta.
El fantasma de la proscripción
La condena fue calificada como una proscripción política con el objetivo de "disciplinar a quienes defienden los intereses del pueblo". Según referentes kirchneristas, el fallo judicial se inscribe en una estrategia histórica: "Lo hicieron con Perón, lo intentan con Cristina. La estrategia es siempre la misma: estigmatizar, perseguir, condenar."
Reacciones y movilizaciones
Las calles de Buenos Aires fueron escenario de manifestaciones en rechazo a la sentencia. Líderes peronistas y militantes expresaron su apoyo, subrayando que "no están condenando a una persona, están hiriendo la democracia y criminalizando un proyecto político: el de la justicia social." Frente a esta situación, aseguraron: "No lo vamos a permitir. Vamos a defenderla. A ella y a lo que representa", señaló Sagasti.
Impacto en el escenario político
La condena de Cristina Kirchner marca un antes y un después en la política argentina. La inhabilitación para ejercer cargos públicos plantea desafíos para el peronismo, que deberá reorganizar su estrategia de cara a las próximas elecciones. Analistas coinciden en que este fallo profundiza la polarización y podría redefinir la dinámica electoral del país.