El encuentro en el predio de Ezeiza, convocado por el presidente de la AFA, Chiqui Tapia, tenía como objetivo clarificar el futuro institucional del San Lorenzo, pero se convirtió en un campo de batalla político. El punto de máxima tensión se produjo cuando el mandatario lanzó una contundente advertencia.
Si se intenta intervenir o tomar el control del club mediante la Inspección General de Justicia (IGJ), no le temblará el pulso para desafiliar al club de la AFA. Esta amenaza busca forzar a los dirigentes a solucionar la crisis interna que enfrenta la institución, la cual ya tiene un pedido de quiebra.
El explosivo abandono de un dirigente al grito de "traidor"
La reunión, que contó con la presencia de figuras como Matías Lammens, Horacio Arreceygor y Marcelo Moretti, se calentó cuando Alejandro Agote, representante de Sebastián Pareja, tomó la palabra. Agote le comentó a Tapia que la situación institucional no se iba a resolver con una mesa que incluyera a Moretti y Lammens.
Ante esto, el anfitrión le recordó que era él quien definía a los participantes. Agote resolvió abandonar la sala en ese momento, no sin antes gritarle "traidor" a Matías Lammens, el exministro de Turismo y Deportes. Este encontronazo dejó claro el nivel de fractura y desconfianza entre los referentes políticos de Boedo.
El dinero inmovilizado y el reclamo de la AFA
Además de la crisis institucional, el presidente de la AFA aprovechó la reunión para abordar un tema económico delicado: un dinero que la Asociación le había adelantado al Ciclón para pagar los salarios.
Tapia manifestó su desencanto con la breve gestión de Julio Lopardo, ya que los fondos quedaron inmovilizados porque el club solicitó que la transferencia se enviara a una cuenta que estaba embargada. El presidente de la AFA utilizó la reunión para exigirles a los presentes que solucionen la situación institucional antes del martes de la próxima semana y determinen el rumbo a seguir.