La fiscalía entendió que no hubo atenuante alguno para que el policía disparara contra el presunto delincuente y lo imputó por homicidio agravado.
El presunto delincuente fue baleado por un efectivo de la policía de Mendoza que terminó imputado por homicidio
@matipascualettiEl efectivo de la Policía de Mendoza que baleó a un hombre en la cabeza este lunes en el departamento de Luján de Cuyo, quien terminó muriendo poco después en un hospital, fue imputado esta mañana por el delito de homicidio agravado por el fiscal que instruye la causa.
Tras analizar diversas medidas de prueba, el delito que se le endilgó al efectivo policial es el de "homicidio agravado por la condición del sujeto activo", es decir por ser miembro de las fuerza de seguridad, confirmaron esta mañana fuentes judiciales a ElEditor. Se espera que sea trasladado al penal en las próximas horas.
De esta manera, el fiscal Gustavo Pirrello entendió que no hubo exceso de legítima defensa ni atenuante alguno para que el efectivo policial, de 40 años, desenfundara su arma reglamentaria y realizara ocho disparos contra el vehículo del presunto delincuente, que le había robado sus pertenencias días atrás, uno de los cuales impactó en la zona del cráneo, lo que le provocó la muerte.
El hecho ocurrió el lunes por la mañana cuando el efectivo policial, identificado como José Funes, quien se encontraba de civil, y que había sufrido el viernes el robo de sus pertenencias, entre ellas su arma reglamentaria, de su vehículo, reconoció a un auto que había utilizado el supuesto ladrón. Según relató el efectivo, dio la voz de alto y se identificó pero el conductor del rodado escapó a alta velocidad.
Una primera reconstrucción aportó que cuando el vehículo apresuró su marcha para darse a la fuga, el efectivo decidió efectuar ocho disparos y uno de ellos impactó en la cabeza del conductor. Tras ello el vehículo marca Chevrolet Prisma terminó volcando en calle Libertad y Azcuenaga.
La víctima de los disparos identificada como Fernando García, de 37 años, quien había quedado internado en estado crítico y con pronóstico reservado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Central, murió la madrugada de ayer por lo que la situación procesal del policía se complicó.
Tras ser diagnosticado con muerte cerebral, el caso fue abordado por el Instituto Coordinador de Ablación e Implante de Mendoza (INCAIMEN) para la donación de sus órganos, informaron fuentes sanitarias.
Luego de la balacera que protagonizó el policía con el arma reglamentaria que le había asignado la fuerza tras sufrir la sustracción de la anterior, quedó aprehendido mientras avanzaba la investigación que instruye el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello, que con la primeras pruebas que incluyeron pericias balistas, análisis de cámaras de seguridad y testimonios se inclinó por una dura imputación para el policía.
El hombre que aun está aprehendido en una comisaría la espera de ser trasladado al penal no declaró tras informársele la imputación, añadieron fuentes ligadas a la investigación.
Por su parte, la Inspección General de Seguridad (IGS), que investiga internamente el accionar de los efectivos de la fuerza policial, también inició un expediente por el caso.
Según informaron fuentes del Ministerio de Seguridad, el hombre baleado tenía un amplio prontuario policial con causas que datan desde hace más de 15 años atrás y que incluyen amenazas en contexto de violencia de genero, robos simples y agravados, entre otras. Además el vehículo en el que se movilizaba estaría vinculado a varios hechos de robos con inhibidores de señales en la zona.