En un contexto provincial atravesado por la incertidumbre electoral y la fragmentación del voto opositor, el PRO Mendoza mostró señales de reactivación política con un encuentro masivo en el centro de la capital. Más de 500 dirigentes, legisladores y militantes participaron de una cena organizada por el partido, que combinó formación política, arengas públicas y la reaparición de una de sus principales figuras: Omar De Marchi.
La jornada, encabezada por el presidente del PRO, Gabriel Pradines, tuvo como eje reforzar la cohesión del espacio frente a un escenario que luce cada vez más desafiante: por un lado, la maquinaria oficialista que comanda Alfredo Cornejo; por el otro, el crecimiento de los sectores libertarios más puros, que pujan por representar la oposición con discursos disruptivos.
Capacitación en comunicación y liderazgo
Tras una capacitación a cargo del consultor Santiago Aragón sobre liderazgo, comunicación y estrategias de campaña, el intendente de Luján de Cuyo, Esteban Allasino, dejó en claro el objetivo del espacio: “El PRO representa la esperanza de la provincia”, sostuvo, e hizo un llamado explícito a sumar músculo político con alegría y convicción.
La reaparición de Omar De Marchi
La atención se centró, sin embargo, en el cierre de la noche. De Marchi volvió al ruedo con un tono crítico y sin rodeos: “Mendoza necesita una transformación profunda”, afirmó, cuestionando la falta de claridad institucional en torno a las elecciones.
Ya pasó la mitad del año y no sabemos cuándo vamos a votar. Que se termine la especulación personal del gobernador, lanzó, en referencia directa a Cornejo. Ya pasó la mitad del año y no sabemos cuándo vamos a votar. Que se termine la especulación personal del gobernador, lanzó, en referencia directa a Cornejo.
Sin nombrarlos, también dejó entrever su escepticismo respecto a las experiencias emergentes que hoy captan parte del electorado. Frente a la fragmentación, el dirigente llamó a reconstruir la institucionalidad provincial y fortalecer un proyecto político que combine gestión con convicciones democráticas.
La cumbre dejó una postal clara: el PRO busca reposicionarse, entre la presión del oficialismo y el ascenso libertario, apostando a la profesionalización y la unidad interna como antídoto contra la dispersión del voto opositor.