En la cuarta jornada, los acusados pidieron la palabra. Este viernes son los alegatos y la posterior deliberación del jurado popular en San Rafael.
Mauricio Albornoz, uno de los acusados en el juicio por Silvia Chávez.
gentilezaLuego de la cuarta jornada del juicio por jurado por el caso de Silvia Chávez, la enfermera desaparecida en San Rafael desde el año 2022, terminaron los testimonios de testigos y los dos acusados en la causa, Mauricio Albornoz y Carina Domínguez, pidieron la palabra en la mañana de este jueves.
En el Centro de Congresos y Exposiciones, ubicado en la zona del Parque Norte, la primera que habló fue Domínguez, quien empezó diciendo que "dimos con el departamento que le alquilamos a la señora Chávez preguntando a los vecinos, el contrato de alquiler lo firmó mi marido (Albornoz), él hizo los papeles y luego fuimos a cerrar el contrato y ahí la conocí".
A su vez, la mujer acusada de homicidio simple y hurto agravado contra Chávez, reconoció que "nos reunimos a comer con ella, ese día no tuvimos ningún problema con la señora Chávez. Con el tiempo nos enteramos que había llamado al 911, pero la policía nunca vino ni nos tocó el timbre".
Sobre su relación con Chávez, la dueña del departamento que arrendaban en calle Ecuador al 1600, la imputada señaló que "la vi tres o cuatro veces, ella me contó que no se llevaba bien con su hermana y que había tenido problemas con su familia. En otra oportunidad me ofreció guardar las bicicletas en la despensa que ella tenía al lado del departamento porque ella estaba mal de salud y no la usaba".
En su declaración, Carina Domínguez tildó a Silvia Chávez como una mujer "muy rara" y que "a veces en la madrugada salía afuera prendiendo velas negras o rojas y nombraba a su hermana y a su marido, al que le tenía mucho miedo".
Por su parte, Mauricio Albornoz, el otro de los acusados en este juicio por jurado en San Rafael, contó: "No maté a nadie y no soy dueño de la vida de nadie. Cometí errores en el pasado, me equivoqué. No sé qué le pasó a la señora Chávez, yo no la maté. En todo este tiempo pasé por muchas cosas".
A su vez, el hombre reconoció ante el jurado que "me duele no poder llevar a mi hijo a la escuela. Tenía un trabajo formal en donde no me hacía falta nada. Vi muy pocas veces a Chávez y nunca tuve problemas con ella. Es cierto que me pidieron irme del departamento, pero fue porque querían vender la casa".
Este viernes, desde las 8, serán los alegatos de cierre en este juicio por jurado y la posterior deliberación del jurado popular para determinar la culpabilidad o no de Albornoz y Domínguez, únicos acusados por el caso Silvia Chávez.