En medio de la puja con los vecinos por imponer la explotación de oro y cobre en Uspallata, Alfredo Cornejo salió a promocionar los controles de la policía minera. Es precisamente este punto uno de los que genera mayor conflicto y resistencia entre quienes se oponen a San Jorge.
A dos semanas de la liberación de dos vecinos que fueron detenidos tras protagonizar protestas contra la mina San Jorge, el Gobierno puja por recuperar la agenda pública para instaurar la megaminería como política central. En ese contexto, el ministerio de Ambiente y Energía salió a promocionar los controles a la actividad.
Precisamente allí está uno de los puntos que generan mayor resistencia contra la minería a cielo abierto y a gran escala: la dudosa calidad de los controles sobre las mineras y el impacto que producen en su entorno.
Según la información oficial, "la Policía Ambiental Minera (PAM) ordenó la suspensión de actividades de un yacimiento de tercera categoría (áridos) en Uspallata".
Lo que promociona el Gobierno
"En el marco de sus labores de control y supervisión de la actividad minera en Mendoza, la Policía Ambiental Minera (PAM) ordenó la suspensión de actividades de un yacimiento de tercera categoría (áridos) en Uspallata, Las Heras", señalaron los voceros oficialistas.
En paralelo a la propaganda que promete controles eficientes, el Ejecutivo y los dueños de la mina organizan visitas guiadas a la zona donde planean hacer la extracción de los metales.
El cupo de la primera visita se completó rápidamente y el Gobierno prometió organizar otra en breve.
"Con estos controles, Mendoza reafirma su compromiso con una minería sostenible, transparente y alineada con los estándares nacionales e internacionales de calidad y protección ambiental", señaló el ministerio.