La declaración de Alfredo Cornejo —“no seremos tan ingenuos”— en referencia a la nueva fase de transferencia de concesiones, fue interpretada por Sindicato de Jerárquicos del Petróleo de Cuyo como una tardía pero necesaria autocrítica. El sindicato viene desde hace meses denunciando la falta de controles en el proceso de licitación del Plan Andes.
La declaración de Cornejo se habría dado en el marco de un almuerzo en el Club del Petróleo, y el destinatario de la frase fue Horacio Marín, el CEO de YPF y hombre de Paolo Rocca en la petrolera de bandera, a quien Cornejo tendió la alfombra roja en 2024 cuando la empresa anunció su retirada de Mendoza.
En su primera etapa, el plan impulsado por YPF transfirió áreas maduras a operadoras privadas sin una fiscalización adecuada, según el gremio. El resultado: un tendal de despidos, abandono de pozos sin remediación de pasivos ambientales y pérdida millonaria de regalías (el equivalente a medio Portezuelo del Viento). “El petróleo es un recurso estratégico de Mendoza. El Estado Provincial debía garantizar la continuidad laboral y la sostenibilidad ambiental. Ahora, el Gobierno parece tomar cartas en el asunto”, expresó el secretario general Julián Matamala.
Cauto optimismo tras el desastre que dejó el Plan Andes
La promesa oficial de supervisar de forma más estricta las próximas licitaciones —15 áreas previstas para 2025 bajo un modelo de “licitación continua”— genera un cauto optimismo entre los jerárquicos. Pero también una exigencia clara: que esta vez el Estado no se retire de la vigilancia de procesos que afectan directamente a los trabajadores.
El retiro de YPF, que concentrará sus esfuerzos en Vaca Muerta y en dos áreas no convencionales dentro de Mendoza, deja un vacío que operadoras de menor escala deberán llenar, señala el sindicato. El desafío es doble: sostener la producción sin el músculo financiero de la petrolera estatal y evitar que la transición se traduzca en más desempleo y deterioro ambiental.
Desde el sindicato insisten en que las nuevas concesiones deben priorizar planes de inversión sólidos, estabilidad laboral y fiscalización ambiental. “Demandas que históricamente no fueron escuchadas”, lamenta Matamala.
La industria petrolera mendocina atraviesa un momento bisagra. El giro del Gobierno provincial hacia una mayor intervención es visto como un paso en la dirección correcta, pero insuficiente si no se traduce en acciones concretas.
No alcanza con prometer. Hay que garantizar la estabilidad y la proyección laboral de miles de familias petroleras, concluyen desde el gremio. No alcanza con prometer. Hay que garantizar la estabilidad y la proyección laboral de miles de familias petroleras, concluyen desde el gremio.
Cuánto perdió Mendoza en regalías
El crecimiento exponencial de Vaca Muerta y el retiro de YPF de pozos maduros de petróleo convencional tuvieron un impacto concreto económico en Mendoza en los últimos 8 años: la provincia dejó de percibir desde 2015 a 2023 50 millones de dólares por año en regalías, lo que acumulado equivale a medio Portezuelo del Viento, si se trata de dimensionar el impacto.
El dato fue difundido por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en un informe titulado "Retiro de YPF de yacimientos maduros: ¿el ocaso de la Mendoza hidrocarburífera? ".
Entre las conclusiones, el informe señala que el crecimiento de Vaca Muerta, en un notorio cambio de paradigma productivo, "creó una nueva dinámica en la industria de los hidrocarburos que actúa como una aspiradora de capital intrafirmas, especialmente de la mayor empresa que es YPF, tanto en lo relativo a mano de obra, capital e insumos".
En el siguiente cuadro de CEPA se observa la caída del peso de las regalías en los recursos de origen provincial, donde pasaron de representar el 26,62% en 2007 al 9,14% en 2023. Lo que demuestra el importante impacto fiscal que representó para la provincia la caída de la producción.