A una semana de los graves incidentes ocurridos en Uspallata por la minería, los empresarios mineros dan su versión de los hechos y aseguran que las amenazas no los amedrentan. Están organizando una nueva presentación de la sede de mineros en esa localidad pero con mejores condiciones de seguridad.
Hoy se cumple una semana de aquel viernes por la tarde en donde volaron sillas, hubo golpes, insultos y hasta el incendio de un local comercial. Desde el sector de empresarios mineros recordaron cómo vivieron aquel día: “Fue espantoso porque no esperábamos una cosa de tal envergadura”, comenzó explicando Carlos Ferrer, presidente de la Cámara de Servicios Mineros Mendoza.
“Estábamos convocados a las 17.30 horas del viernes, estaba todo bien armado hasta que llegó un grupo de personas y muy violentamente sacaron las sillas, se subieron al escenario, desconectaron los equipos; empezó a generarse un ambiente de violencia más allá de lo verbal. Nos acorralaron frente al local de la Cámara de Proveedores Mineros de Uspallata y, de repente, tiraron una bomba molotov. O sea, se empezó a incendiar el local de al lado de la Cámara, que también pertenece al presidente, Edgardo Vera", añadió Ferrer.
La sospecha de inteligencia previa
Carlos Ferrer denuncia que no se trató de una expresión de vecinos de Uspallata sino de un grupo violento organizado: “Nos identificaban a los que estábamos, ellos tienen una red, esta gente no es el ciudadano que vive normalmente en Uspallata. Habían convocado a gente de otro lado, gente antiminera, antiprogreso, antidesarrollo. Y, bueno, nos tuvimos que replegar”.
Y aquí, Ferrer expone el aspecto fundamental que permitió la escalada de violencia: la falta de personal policial: “Hubo una falencia tremenda del Gobierno de Mendoza, no había móviles policiales sabiendo que podía ocurrir un hecho violento, esto es responsabilidad directa de la ministra de Seguridad Mercedes Rus ”.
Para el empresario, el error del Gobierno estuvo en no prepararse para un evento que tenía antecedentes de malestar social. Ferrer cree que la decisión responde más a la ineptitud estatal que a una estrategia de victimización ideada por el Ejecutivo para luego ser usada en su favor. También les llamó mucho la atención que no hubiese ningún representante del Gobierno: “Apareció el director de minería al principio (Gerónimo Shantal), cuando vio que había gente en contra se subió al auto oficial y se fue. Los empresarios nos quedamos solos en el lugar. La primera fila de sillas del acto era para funcionarios y autoridades provinciales: no había nadie”.
El papel de la UOCRA en los incidentes
La comunidad de Uspallata denunció en su momento que las agresiones habían comenzado desde algunos representantes de la UOCRA que también estaban en el acto. Los vecinos aseguran que el sindicato es el “brazo armado de la minería, que son su fuerza de choque”.
Pero Ferrer niega rotundamente estas afirmaciones: “Sí apareció una gran cantidad de gente de la UOCRA, que son los trabajadores de la construcción que quieren trabajar en minería pero no fueron convocados por nosotros, no tenemos vinculación con ellos. Les atribuyen el incendio pero ese daño lo generaron los vándalos”. Y remató: “Nosotros no necesitamos fuerza de choque”.
Cárcel para los manifestantes
Carlos Ferrer pidió que la Justicia ponga tras las rejas a los responsables de la violencia: “Son personas que tendrían que estar presas por lo que hicieron porque cortaron una calle, agredieron a personas que no las provocaron. Nosotros vamos a hablar con el Ministerio Público Fiscal, vamos a hablar con el Procurador, a quien conozco hace muchos años, y esto tiene que tener una investigación profunda”.
Sin miedo a las amenazas
Finalmente, el sector empresario se mostró confiado en el apoyo social que tiene actualmente la minería: “Vamos a seguir apoyando fuertemente el Proyecto San Jorge, no nos vamos a dejar intimidar, porque esto es intimidación pública, daño, amenaza, lesiones: delitos penales. Uno no se puede doblegar frente a la violencia. No lo vamos a hacer”.
Carlos Ferrer confirmó que esta semana han tenido varias reuniones con funcionarios y empresarios para diseñar una manera más segura de volver a hacer el acto de inauguración de la sede de la Cámara de Minería de Uspallata: “Prevalece la opinión de repetir el acto pero en otras condiciones”.