¿Qué tienen en común Colton Herta y Kalle Rovanperä? Ambos nacieron en el año 2000, tardaron en conquistar su lugar en la élite mundial y han aumentado sus similitudes al tomar una decisión sorpresiva: salir de sus zonas de confort para llegar a la Fórmula 1 y transformarse en una seria amenaza para, por ejemplo, Franco Colapinto.
Herta es el poleman y ganador más joven de una carrera de IndyCar, un récord que consiguió con solo 18 años; Rovanperä, por su parte, se convirtió en el campeón del mundo de Rallys (WRC) más joven de la historia, una hazaña lograda al día siguiente de cumplir 22 años y ahora aspirar a un objetivo que, sobre el papel, parece muy difícil de alcanzar.
El riesgo de volver a las bases y el factor Franco Colapinto
Ambos pilotos renunciaron a sueldos millonarios y a una carrera que parecía destinada a una larga permanencia en lo más alto de sus campeonatos para perseguir el sueño de la Fórmula 1, confirmando el momento dorado que vive el "Gran Circo".
Sus historias, aunque diferentes, se convierten en una amenaza indirecta para la nueva generación de talentos, incluyendo al argentino Franco Colapinto, piloto de Alpine, que ya tiene un asiento en la F1 y cuyo objetivo es consolidar su posición en la parrilla para 2026. La llegada de estos talentos consagrados aumenta la presión y reduce los asientos disponibles en la máxima categoría.
El ambicioso plan de Rovanperä con apoyo de Toyota
Las similitudes entre Herta y Rovanperä terminan en sus orígenes. El campeón de Rallys cuenta con el apoyo de la automotriz Toyota, de ahí la decisión de iniciar su carrera en monoplazas en el campeonato de SuperFormula de Japón.
- Una categoría de élite: esta no es una categoría de formación tradicional. Se trata de un campeonato de alto nivel, con pilotos profesionales y monoplazas de altas prestaciones.
- Dos años en el radar: el plan prevé dos temporadas en la serie japonesa antes de dar el salto a la órbita de la F1.
- El camino de la Superlicencia: la SuperFormula puede garantizar los puntos necesarios para la Superlicencia de F1 —el permiso obligatorio para correr en la categoría— si en dos años Rovanperä logra resultados ambiciosos, como un primer o tercer puesto en la clasificación general.
Rovanperä, que también fue piloto de Red Bull en su carrera de rallies, podría contar con un doble apoyo (Toyota y Red Bull/Haas) si consigue la hazaña sin precedentes de triunfar viniendo de una disciplina completamente diferente.
Colton Herta, con el respaldo de Cadillac
El camino de Colton Herta es mucho más lineal, ya que viene de la disciplina de monoplazas (IndyCar), aunque requiere un esfuerzo igualmente alto.
- Fórmula 2 como meta: el próximo año, Herta comenzará a competir en el campeonato de Fórmula 2, la antesala directa de la F1.
- Objetivo de los 40 puntos: su meta es terminar la temporada entre los nueve primeros para alcanzar la fatídica cuota de 40 puntos y así obtener la Superlicencia.
- Apoyo estratégico: este programa contará con el apoyo de Cadillac, la escudería estadounidense que ingresará a la F1 en 2026 junto a Andretti. Gracias a este respaldo, Herta podrá participar en las sesiones de entrenamientos libres (FP1) previstas para los rookies de la próxima temporada, una oportunidad clave para demostrar que está listo para ser piloto titular.
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Las historias de Herta y Rovanperä confirman que la F1 sigue siendo el sueño máximo, capaz de atraer a profesionales consagrados que no han dudado en jugársela a los veinte y tantos años, dejando posiciones muy cómodas y millonarias para competir por un asiento, haciendo que la lucha de Colapinto por la continuidad sea aún más compleja.